BARBA
No se corten el pelo en redondo ni se recorten la punta de la barba. Levítico 19:20
No deben raparse la cabeza, ni afeitarse la barba. Levítico 21:5
¡Que afeminado es para el hombre afeitarse, peinarse con fineza y arreglarse delante del espejo afeitándose y rapándose la barba para que sean lisas sus mejillas! Porque Dios ha querido que sean finas las mujeres y le agrada su cabello largo como el de los caballos. Pero ha adornado al hombre con la barba así como la melena de los leones, y ha puesto bellos en su pecho como un atributo del hombre y señal de su fuerza y dominio. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
La barba es el atributo del hombre, por la cual se demuestra ser hombre… Es más antigua que Eva y demuestra una naturaleza más fuerte. Por eso es cosa de impiedad desfigurar el símbolo del hombre. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
No es lícito rasurarse la barba, que es belleza natural, belleza noble, “quien originariamente es barbudo y cuya pubertad está llena de encanto”… Es preciso que quien haya recibido una correcta educación y en quien resida la paz, deje tranquila su propia barba. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
Que la quijada tenga barba. Porque una barba amplia es lo apropiado para el hombre. Y si alguien se afeita, no debe afeitarse todo porque esto es una desgracia. También el bigote, por motivos de limpieza al comer, se recorta las puntas con tijera, pero sin afeitarlo lo cual sería indecoroso. Y sin tocar la barba de las quijadas. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
Aunque algunos se corten un poco la barba, no está bien afeitársela del todo, pues es un espectáculo vergonzoso, y también es reprobable afeitarse la barba a ras de piel, por ser una acción semejante a la depilación y hacerse imberbe (joven que aún no tiene barba). Clemente de Alejandría (195 d.C.)
Los hombres tienen sus propias vanidades y engaños asi como el cortar la barba muy derecho, recortando unas partes y afeitando alrededor de la boca. Tertuliano (197 d.C.)
Entre sus costumbres (de los paganos) no había disciplina. Entre los hombres se rapaban la barba. Cipriano (250 d.C.)
Aun que está escrito: “No recorten su barba,” se rapan la barba y se arreglan el cabello. Cipriano (250 d.C.)
La barba no debe ser rapada. “No recorten su barba.” Cipriano (250 d.C.)
La naturaleza de la barba contribuye de modo increíble a distinguir la madurez de los cuerpos, el sexo y la belleza de la masculinidad y la fuerza. Lactancio (304-313)