COSMÉTICOS

Su atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos. 1 Pedro 3:3

La maldad, extendiéndose continuamente, alcanzó e inundó la raza humana; sólo un poco de semilla de justicia quedaba en ella. Porque, además, sobre la tierra tenían lugar uniones ilegítimas: los ángeles fornicaron con las hijas de los hombres, quienes dieron a luz unos hijos que por su enorme estatura fueron llamados gigantes. Los ángeles, entonces, dieron a sus esposas como regalo malignas enseñanzas. Les enseñaron la manera de obtener extractos de flores y plantas, tintes y pinturas, joyas y cosméticos… Y una vez desencadenadas tales cosas, el mal se expandió hasta desbordar, y la justicia disminuyó hasta casi desaparecer. Ireneo (180 d.C.)

¿Qué piensa Dios de la belleza artificial cuando condena todo tipo de engaño? Clemente de Alejandría (195 d.C.)

Ellas se ocupan en ungir sus mejillas, resaltar sus ojos, pintar su cabello y otras prácticas dañinas de lujo. Clemente de Alejandría (195 d.C.)

¿Qué decimos del hecho de pintar los ojos, quitando las cejas, pintando con rojo y blanco, pintando el cabello y otras prácticas de maldad que son engañosas? Clemente de Alejandría (195 d.C.)

Las mujeres no deben manchar sus caras con cosas engañosas hechas con astucia. Al contrario sean decorosas y sobrias. Clemente de Alejandría (195 d.C.)

Como dice el apóstol: “El tiempo es breve” No debemos adoptar actitudes y poses ridículas, como algunas mujeres que pueden verse en las procesiones cuyo maquillaje exterior denota una sorprendente suntuosidad, pero interiormente son miserables. Clemente de Alejandría (195 d.C.)

Las mujeres no deben maquillar su rostro con las sutilezas de un artificio perverso. Propongámosles una cosmético basado en la moderación. Como hemos venido diciendo con frecuencia, la mejor belleza es la del alma, cuando está adornada del Espíritu Santo y de los luminosos dones que le infunde: justicia, prudencia, templanza, honestidad y amor al bien, cuyos colores jamás se ha visto en ninguna flor. Clemente de Alejandría (195 d.C.)

La siguiente cita hace referencia al teñido de cabello, práctica ya presente en el mundo antiguo.

¿Por qué rivalizan con Dios y se esfuerzan en oponerse a Él esos impíos que cambian de color el cabello que Él mismo ha hecho encanecer? “La mucha experiencia es la corona de los ancianos” (Eclesiástico 25:8), dice la Escritura, y las canas de su rostro son las flores de la experiencia. Aquéllos, en cambio, deshonran el privilegio de su edad, tiñéndose las canas. Clemente de Alejandría (195 d.C.)

La mayoría de las mujeres… Tienen la audacia para andar como si la modestia fuera solamente evitar la fornicación… Tienen en sus pasos la apariencia de mujeres de las naciones donde la modestia no existe. En pocas palabras, ¿Cuántas mujeres hay que no desean ser vistas por los hombres y por esta razón se pintan? Y aun así niegan ser objetos de un deseo carnal. Tertuliano (198 d.C.)

¿Debemos pintarnos para que nuestro prójimo se pierda? ¿Qué paso con el mandamiento, “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”? Tertuliano (198 d.C.)

Aquellos ángeles que inventaron las joyas y otras cosas son señalados bajo condenación al castigo de la muerte. Son los mismos ángeles que se precipitaron desde el cielo sobre las hijas de los hombres… Ellos concedieron peculiarmente a las mujeres los medios que sirven de ostentación femenina: la alhajas, los tintes… y los polvos negros que hacen resaltar los párpados y las pestañas. Tertuliano (198 d.C.)

Estas mujeres cometen pecado contra Dios cuando frotan su piel con ungüentos y manchan sus mejillas con rojo y resaltan sus ojos. Supongo que para ellas es cosa desagradable la naturaleza artística de Dios. Tertuliano (198 d.C.)

Ahora, “Susana era una mujer delicada,” esto no quiere decir que ella tenía adornos llamativos u ojos pintados de varios colores como Jezabel los tenía. Al contrario, quiere decir que ella tenía el adorno de la fe, la castidad y la santidad. Hipólito (200 d.C.)

Los ángeles apóstatas y pecadores introdujeron en adelante con sus artes todas estas cosa (por ejemplo las joyas), cuando descendieron a la tierra abandonaron su vigor celestial. Ellos también enseñaron a las mujeres a pintarse de negro alrededor de los ojos y a mancharse las mejillas de un color rojo falso. Cipriano (250 d.C.)

A continuación Cipriano describe el materialismo que empezó a contaminar la iglesia en el año 250.

Y olvidándose de su fe y de lo que antes se solía practicar en tiempo de los apóstoles y que siempre deberían seguir practicando… Los hombres se corrompían cuidando de su barba, las mujeres preocupadas por su belleza y sus maquillajes: se adulteraba la forma de los ojos, obra de las manos de Dios; los cabellos se teñían con colores falsos. Cipriano (250 d.C.)

VER TAMBIÉN ÁNGELES (III. Ángeles caídos); JOYAS; MODESTIA; VESTIMENTA

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