DÍA DEL SEÑOR

Lo que en estos días comúnmente se refiere al día domingo, fue llamado “día del Señor” por la iglesia primitiva.

El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. Hechos 20:7

Cada primer día de la semana cada uno de ustedes ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. 1 Corintios 16:2

Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta. Apocalipsis 1:10

Miren cómo dice: No me son aceptables sus sábados de ahora, sino el que yo he hecho, aquél en que, haciendo descansar todas las cosas, haré el principio de un día octavo, es decir, el principio de otro mundo.. Por eso justamente nosotros celebramos también el día octavo (el domingo) con regocijo, por ser día en que Jesús resucitó de entre los muertos y, después de manifestado, subió a los cielos. Bernabé (70-130 d.C.)

Cuando se reunieren en el domingo del Señor, partan el pan, y para que el sacrificio sea puro, den gracias después de haber confesado sus pecados. Didaché (80-140 d.C.)

Así pues, si los que habían andado en prácticas antiguas alcanzaron una nueva esperanza, sin observar ya los sábados, sino moldeando sus vidas según el día del Señor, en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él. Ignacio (105 d.C.)

El día que se llama del sol [el domingo], se celebra una reunión de todos los que viven en las ciudades o en los campos… Celebramos esta reunión general el domingo, por ser el primero, en que Dios, transformando las tinieblas y la materia, hizo el mundo; y también porque es el día en que Jesucristo, Nuestro Salvador, resucitó de entre los muertos; pues hay que saber que le entregaron en el día anterior al de Saturno [sábado], y en el siguiente, que es el día domingo, apareciéndose a sus apóstoles y discípulos, nos enseñó esta misma doctrina que exponemos a su examen. Justino Mártir (160 d.C.)

Nosotros dedicamos el día domingo para gozarnos por una razón muy diferente a la adoración del sol. Tertuliano (197 d.C.)

Otros creen que el sol es el dios de los cristianos… porque nosotros hacemos del día domingo un día de solemnidad. Tertuliano (197 d.C.)

Consideramos como prohibido ayunar o hacer oración de rodillas en domingo, y el mismo privilegio disfrutamos desde el día de Pascua al de Pentecostés. Tertuliano (211 d.C.)

Nosotros estamos acostumbrados a observar ciertos días. Por ejemplo, el día del Señor… Para el cristiano perfecto, el cual siempre está sirviendo a su Señor en sus pensamientos, palabras y obras, todos sus días son del Señor. Por lo tanto, él siempre está guardando el día del Señor. Orígenes (248 d.C.)

VER TAMBIÉN CULTO CRISTIANO; SÁBADO

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