Libros , tratados y mensajes en mp3 demostrando las doctrinas y practicas de la iglesia primitiva

Los materiales en esta página demuestran las doctrinas y prácticas de los primeros cristianos con el fin de volver a practicar las verdades de la Iglesia Primitiva

“LO QUE CREYERON LOS PRIMEROS CRISTIANOS EN CUANTO AL DIVORCIO”

 

El cristianismo primitivo era una revolución que inundó el mundo de entonces como un fuego inunda un bosque seco. Era un movimiento que desafiaba las instituciones culturales de la sociedad romana. Como escribió Tertuliano: “Nuestra lucha está contra las instituciones de nuestros antepasados, contra la autoridad de las tradiciones, contra leyes humanas, contra los razonamientos de los sabios de este mundo, contra la antigüedad, y contra las costumbres que teníamos.” (200 d.C)       

  Qué extraño es, entonces, que la iglesia actual sostiene que los cristianos de los primeros siglos solamente enseñaban y practicaban la cultura de su día. Esta ironía se hace más aguda cuando nos damos cuenta de que los romanos acusaban a los cristianos de precisamente lo contrario—de no seguir las normas culturales de entonces.        

Pero la relación de los primeros cristianos a su cultura no descansa con ser un asunto histórico. Es algo que debe interesarnos profundamente hoy en día, porque muchas de los problemas culturales a que hacemos frente hoy son los mismos problemas que enfrentaban a la iglesia primitiva. No obstante, nuestras respuestas a estos problemas, por lo general, han sido muy diferentes de las de ellos.  

El divorcio—plaga del mundo romano

        

Como en casi todas las sociedades, la familia constituía el corazón de la civilización romana. Pero como es cierto hoy, los matrimonios de entonces no siempre eran felices. Tantos los maridos como también las mujeres a menudo tenían otros amantes. Y en el tiempo de Cristo, la infidelidad matrimonial era tan común que ni siquiera constituía un escándalo.       

  No es de extrañarse, pues, que el divorcio llegó a ser cosa corriente. Tanto los hombres romanos como las mujeres a menudo se casaban cuatro o cinco veces. Como Tertuliano comentó: “Hablando del divorcio, las mujeres lo anhelan como si fuera la consecuencia natural del matrimonio.”    

Con todo, los primeros cristianos no se basaron en razonamientos humanos. Aunque el divorcio se aceptaba libremente en la sociedad, ellos no permitían el divorcio—excepto por el adulterio. Como escribió Orígenes: “Lo que Dios juntó, no lo separe ningún hombre . . . ni magistrado ni ningún otro poder. Porque Dios, quien los juntó, es mayor en poder que todo lo demás que uno pudiera nombrar o aun imaginar.” (220 d.C) Los cristianos tomaban muy en serio las palabras de Jesús: “Pero yo les digo que si un hombre se divorcia de su esposa, a no ser por motivo de inmoralidad sexual, la pone en peligro de cometer adulterio. Y el que se casa con una divorciada, también comete adulterio” (Mateo 5.32).       

  Esta posición estricta de los primeros cristianos contra el divorcio claramente no reflejaba su cultura. Pero, ¿qué de la actitud de la iglesia actual hacia el divorcio? Hace cuarenta años, un cristiano evangélico jamás se hubiera divorciado de su cónyuge sólo por motivo de “incompatibilidad”. Pero hoy, muchas iglesias evangélicas, al aceptar el divorcio, están siguiendo las normas culturales del mundo. ¿Qué ha cambiado? De seguro, las Escrituras no. Pero el segmento conservador de la sociedad actual sí ha cambiado su actitud hacia el divorcio. Y los evangélicos lo ha seguido. Los evangélicos sí se jactan a menudo de oponerse a las actitudes y corrientes del mundo. Pero en realidad, muchas veces se oponen sólo al segmento liberal del mundo (políticamente). Una vez que el segmento conservador del mundo ha aceptado una práctica, la iglesia también la acepta. De eso tenemos el ejemplo del divorcio.

La realidad es que la iglesia del siglo veintiuno se ha casado con el mundo. Las actitudes, el estilo de vivir, y los problemas del mundo son las actitudes, el estilo de vivir, y los problemas de la iglesia La única diferencia entre los creyentes y los incrédulos es la fe sencilla en un Dios Creador, quien “nos ama y nos ayuda cada día.      

En los primeros siglos, los cristianos eran muy diferentes del mundo en que vivían. Su estilo de vida servía como su testimonio principal. La actitud que agrada a Dios fue la de los primeros cristianos. Ellos no practicaron la cultura de su día. Si tu iglesia aprueba el divorcio, oponiéndose a las enseñanzas claras de Cristo, sal de en medio de ella y únete a los que con corazón obediente siguen las palabras de Jesucristo y han abandonado las prácticas del mundo.