ENOC

Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios. Génesis 5:24

Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Hebreos 11:5

Fijemos nuestros ojos en aquellos que ministraron de modo perfecto a su gloria excelente. Miremos a Enoc, el cual, habiendo sido hallado justo en obediencia, fue arrebatado al cielo y no fue hallado en su muerte. Noé, habiendo sido fiel en su ministerio, predicó regeneración al mundo, y por medio de él el Señor salvó a las criaturas vivientes que entraron en el arca de la concordia. Clemente de Roma (30-100 d.C.)

También Enoc agradó a Dios sin la circuncisión, pues, siendo hombre, Dios lo envió como su legado ante los ángeles y “fue arrebatado,” y vive hasta hoy como testigo del juicio de Dios, porque los ángeles caídos fueron castigados, en cambio el hombre que agradó a Dios fue elevado para salvarse. Ireneo (180 d.C.)

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