HEREJES, HEREJÍAS
Es sorprendente notar la similitud entre las prácticas y doctrinas de los grupos heréticos de los primeros tres siglos y las doctrinas de las distintas iglesias actuales.
I. LOS GNÓSTICOS
1. Introducción
2. Principios básicos del gnosticismo
II. DOCTRINAS Y PRÁCTICAS DE LOS PRINCIPALES MAESTROS Y GRUPOS HERÉTICOS
1. Siglo I
1.1. Simón el mago
1.2. Los nicolaítas
1.3. Cerinto
1.4. Los cainitas
2. Siglo II
2.1. Basílides
2.2. Carpócrates
2.3. Saturnino
2.4. Valentinianos
2.5. Marción
3. Otros grupos heréticos del siglo II
3.1. Los ebionitas
3.2. Los encratitas
3.3. Marco el hereje
4. Siglo III.
4.1. Montano, montanismo
4.2. Manes, maniqueísmo
4.3. Monarquismo
III. CÓMO LOS HEREJES MALINTERPRETAN LAS ESCRITURAS
IV. LOS HEREJES Y LA RESPUESTA DE LA IGLESIA
V. ACTITUD DE LA IGLESIA HACIA LOS HEREJES
I. LOS GNÓSTICOS (Volver arriba)
1. Introducción
La primera herejía que la iglesia primitiva enfrentó fue el gnosticismo, la cual contaba con numerosos maestros y sectas, que sostenían una diversidad de enseñanzas. Sin embargo, hubo algunas enseñanzas básicas que todas las sectas gnósticas tenían en común. Entre éstas se halla la enseñanza de que los hombres y el mundo no fueron creados por el Padre de Jesús. Al contrario, fue el Demiurgo: un ángel malvado o una deidad inferior, quien los creó. Y, debido a las imperfecciones del Demiurgo, todas las cosas materiales (incluyendo la carne del hombre) son inherentemente imperfectas e incapaces de salvación. Los gnósticos enseñaban que el Dios del Antiguo Testamento era severo y cruel; y éste era el Demiurgo. Algunos de ellos lo llamaron el “Dios justo,” en contraste al Padre de Jesús que era el “Dios bueno.”
Compadeciéndose de la humanidad, el Dios perfecto que es el Padre de Jesús, envió a su Hijo para mostrar a los hombres el camino a la salvación. Y puesto que la carne es corrupta por naturaleza, el Hijo en realidad nunca llegó a ser hombre. Ciertos gnósticos llamados docetistas, enseñaron que el Hijo sólo había tomado la carne en apariencia o ilusión. Otros maestros gnósticos, afirmaban que hubo un hombre real llamado Jesús, cuyo cuerpo fue poseído y usado por el Hijo de Dios, que abandonó a Jesús en la crucifixión.
La mayoría de ellos rechazaron los sacramentos físicos, tales como el bautismo y la comunión, considerándolos ineficaces. También rechazaron la doctrina de la resurrección del cuerpo y el estado intermedio de los muertos. Los maestros gnósticos a menudo afirmaban que los apóstoles habían revelado secretamente sus enseñanzas a unos pocos seguidores íntimos. Sin este conocimiento revelado (gnosis), los hombres no pueden ser salvos.
Algunos grupos gnósticos enseñaron la existencia de numerosas divinidades inferiores y la mayoría de ellos creían en la existencia de deidades de sexo masculino y femenino. Ciertas sectas gnósticas practicaban un ascetismo estricto, como los encratitas; en cambio, otras, eran evidentemente libertinas, como los nicolaítas, los cainitas y los seguidores de Marco. Otras regían sus vidas en conformidad a la ley de los judíos, como los ebionitas.
Entre los principales maestros gnósticos del segundo siglo están: Cerinto, Basílides, Carpócrates y Valentín. Otro hereje líder del segundo siglo fue Marción, que también sostenía algunos de los principios básicos del gnosticismo.
2. Principios básicos del gnosticismo(Volver arriba)
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobres cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia (gnosis), la cual profesando algunos se desviaron de la fe. 1 Timoteo 6:20-21
Que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos. 2 Timoteo 2.18
Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. 1 Juan 4:3
Los incrédulos dicen que Él sufrió sólo en apariencia. Ignacio (105 d.C.)
¿De qué manera puede alguien ayudarme con elogios, si blasfema de mi Señor, no confesando que Él tenía un cuerpo? Ignacio (105 d.C.)
(Los gnósticos) se abstienen de la eucaristía y de la oración, porque ellos no aceptan que la eucaristía sea la carne de nuestro Salvador Jesucristo… Aquellos, por tanto, que hablan contra este don de Dios, peligran de muerte. Ignacio (105 d.C.)
(Los gnósticos) libremente blasfeman del Dios de Abraham… y afirman que no hay resurrección de muertos y, que las almas al morir son llevadas al cielo. A éstos, no los admitan como cristianos. Justino (160 d.C.)
Pero (los herejes), y a mi juicio con toda razón, no quieren enseñar abiertamente a todos, sino sólo a quienes pueden pagar bien por tales misterios. Pues estas cosas no se parecen a aquéllas de las que dijo el Señor: “Den gratis lo que gratis han recibido.” Ireneo (180 d.C)
Los hombres de esta clase (los gnósticos) han sido instigados por Satanás a negar el bautismo, lo cual es la regeneración de Dios. Ireneo (180 d.C.)
¿No es (la doctrina de los gnósticos), desde el principio y en todo lugar, un ataque contra la carne? Su doctrina va contra el origen de (la carne), su naturaleza, sus debilidades y contra el fin inalterable que le espera. Según ellos, (la carne) es impura desde su primera formación de las partes más bajas de la tierra… es indigna, débil; está cubierta de culpa, cargada de miseria y llena de molestias. Tertuliano (210 d.C.)
(Según los herejes) el bautismo no es necesario, pues basta la fe. Tertuliano (197 d.C.)
(Entre los herejes, las mujeres) se atreven a enseñar, disputar, echar fuera demonios, realizar sanidades, y tal vez aun bautizar. Tertuliano (197 d.C.)
Estos son sus argumentos, que siempre andan royendo como huesos: “Si Dios es bueno, y sabe lo que ha de suceder, y tiene poder para evitar el mal, ¿por qué toleró que el hombre, imagen y semejanza suya y aun de su misma sustancia en lo que al alma se refiere, fuese engañado por el diablo hasta el punto de que cayera en la muerte por no obedecer la ley? Porque si Dios es bueno, no podía desear que esto sucediera; si conoce el futuro, sabía que esto tenía que suceder; si tenía poder para ello, debía haberlo evitado. De esta suerte, dadas estas tres propiedades de la majestad divina, nunca debiera haber sucedido lo que era incompatible con ellas. Por el contrario, si realmente sucedió así, es evidente que no podemos creer que Dios sea bueno, ni conocedor del futuro ni todopoderoso.”… (Tertuliano responde:) El hombre fue hecho por Dios como ser libre, capaz de albedrío y decisión propia: precisamente es en esto donde más en particular se manifiesta que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios. Tertuliano (197 d.C.)
Contra Simón, Carpócrates y todos aquellos que presumen de obrar milagros: no lo hacen por el poder de Dios, ni en verdad, ni actúan así para hacer el bien a los demás, sino para dañarlos induciéndolos a error, por medio de una magia ilusoria y un completo fraude, de modo que, en lugar de hacer el bien a quienes creen en sus seducciones, los perjudican. Ireneo (180 d.C.)
Según ellos, incluso la resurrección de los muertos no es sino el conocimiento de lo que ellos llaman la verdad. Ireneo (180 d.C.)
Ciertos hombres (los herejes) que sostienen ideas contrarias, malinterpretan estos pasajes. Ellos destruyen el libre albedrío por introducir (la idea) de una naturaleza pecaminosa e incapaz de salvación, mientras sostienen que otros pueden ser salvos, de tal forma que no pueden perder la salvación. Orígenes (248 d.C.)
El apóstol dio un golpe similar contra aquellos que afirman que “la resurrección ya se efectuó.” Tal opinión es declarada por los valentinianos. Tertuliano (197 d.C.)
Un Dios superior ha sido descubierto por Marción (un maestro hereje): ¡Uno que nunca se ofende ni se enoja, que nunca inflige castigos ni ha preparado un fuego en el Gehena, y que no requiere el crujir de dientes en las tinieblas de afuera! Este Dios es sencillamente ‘bueno.’ Prohíbe toda maledicencia, pero sólo en palabra. Él estará en ti, si estás dispuesto a rendirle homenaje… Porque este Dios no quiere tu temor. Tertuliano (207 d.C.)
(Para ser uno de ellos) tú tendrías que creer que Sofía tiene los sobrenombres de Tierra y Madre, ‘Madre Tierra’… e incluso de Espíritu Santo. De este modo, ellos han conferido todo el honor a esa mujer. Tertuliano (200 d.C.)
Ellos alegan que los primeros cuatro elementos fueron creados por la Madre. Dicen que estos cuatro elementos son: fuego, agua, tierra y aire. Hipólito (225 d.C.)
Ahora examinamos el pasaje: “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.” Los arrangement que nos critican dicen… que la salvación no depende de nosotros, sino de la disposición hecha por el que nos formó así como somos… Si ellos (los gnósticos) dicen que es una virtud desear los que es bueno y correr tras ello, tenemos que hacerles la pregunta: ¿Cómo puede una naturaleza pecaminosa desear cosas mejores? Sería como el árbol malo que da fruto bueno, ya que es un acto virtuoso desear cosas mejores. Orígenes (225 d.C.)
II. DOCTRINAS Y PRÁCTICAS DE LOS PRINCIPALES MAESTROS Y GRUPOS HERÉTICOS (Volver arriba)
1. SIGLO I
1.1. SIMÓN EL MAGO
Ver Hechos 8:9-24Simón el samaritano, era el mago del que Lucas, seguidor y discípulo de los apóstoles dice (en el libro de los Hechos). Ireneo (180 d.C.)
Desde entonces creyó aún menos en Dios y, decidiendo competir por ambición con los apóstoles, a fin de parecer él mismo lleno de gloria, se puso a estudiar aún más la magia, a tal punto que llenaba de admiración a muchas personas. El vivió en tiempos del César Claudio, el cual, según se dice, lo honró con una estatua por motivo de sus artes mágicas. Muchos lo glorificaron como a un Dios, pues él les enseñaba que él era quien había aparecido entre los judíos como el Hijo… del que se originaron todas las herejías, tuvo la teoría siguiente: siempre llevaba como compañera en sus viajes a una prostituta llamada Elena, que había recogido en Tiro de Fenicia, diciendo que ella era el primer pensamiento de la Mente. Ireneo (180 d.C.)
También dijo Simón que los ángeles constructores del mundo habrían inspirado a los profetas las profecías. Por eso, quienes creían en Simón y Elena no debían preocuparse mucho de ellos ni poner en ellos su esperanza; sino, como hombres libres, podían hacer lo que quisieran; porque lo que salva a los hombres sería la gracia que él les concedía, y no las obras buenas. También enseñaba que no había obras buenas por naturaleza. Ireneo (180 d.C.)
Sus místicos sacerdotes viven impúdicamente, hacen actos de magia, cada uno de ellos como puede. Usan de encantos y exorcismos. También se ejercitan fervorosamente haciendo filtros, conjuros, interpretación de los sueños y todo tipo de prácticas semejantes. Asimismo conservan las estatuas, que se han fabricado para adorarlas, la de Simón, a la que han dado la figura de Júpiter, y la de Elena como la imagen de Minerva. A sí mismos se denominan simonitas, tomando el nombre del padre de tan impía doctrina. De ellos sacó su origen la falsamente llamada gnosis, como es fácil conocer de sus mismas afirmaciones. Ireneo (180 d.C.)
Nosotros sabemos que Simón el mago se dio a sí mismo el título de poder de Dios. Orígenes (228 d.C.)
1.2. LOS NICOLAÍTAS
Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe… y a Nicolás prosélito de Antioquía. Hechos 6:5
Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. Apocalipsis 2:6
Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Apocalipsis 2:20
Los nicolaítas tienen como maestro a un cierto Nicolás, uno de los primeros siete diáconos ordenados por los apóstoles. Estos viven inmoralmente. El Apocalipsis de Juan expone ampliamente quiénes son. Enseñan que no hay dificultad alguna en fornicar y en el comer las carnes ofrecidas a los dioses. Por eso dice de ellos la Palabra: “Tienes a tu favor haber odiado las acciones de los nicolaítas que yo también odio.” Ireneo (180 d.C.)
Juan, el discípulo del Señor, predicó la misma fe, pues con su evangelio quiso erradicar el error sembrado entre muchas personas por Cerinto, y mucho antes que él, por los llamados nicolaítas (los cuales son una versión de la falsamente llamada gnosis), a fin de confundirlos y demostrarles que hay un sólo Dios que creó todo por medio de su Verbo. Ireneo (180 d.C.)
Sin embargo, Juan en el Apocalipsis exhorta a la castidad a aquellas personas que ‘comen carne sacrificada a los dioses y cometen fornicación.’ Ahora, incluso hay otro tipo de nicolaítas. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
1.3. CERINTO
Cerinto fue un maestro gnóstico primitivo, cuya doctrina floreció alrededor del año 100 d.C.
Un tal Cerinto, en Asia, enseñó que el mundo no fue hecho por el primer Dios, sino por una Potestad muy separada y distante del primer Ser que está sobre todo, y que no conocía al Dios que está sobre todas las cosas. También formuló una hipótesis, afirmando que Jesús no había nacido de una virgen (pues le parecía imposible), sino que fue hijo de José y María de modo semejante a todos los demás hombres, y era superior a todos en justicia, poder y sabiduría. Ireneo (180 d.C.)
La doctrina enseñada por Cerinto es esta: Habrá un reino terrenal de Cristo. Y ya que Cerinto era un hombre consagrado a los placeres del cuerpo y completamente carnal en sus inclinaciones, éste imaginó que el reino (de Cristo) consistiría en aquellas recompensas sobre las cuales estaba fijo su corazón. Dionisio de Alejandría (262 d.C.)
1.4. LOS CAINITAS
Los cainitas fueron una secta gnóstica primitiva, la cual enseñaba que Caín, Judas y otras personas impías fueron en verdad buscadores espirituales que resistieron al Creador malvado.
Otros dicen que Caín nació de una potestad superior, y profesan ser hermanos de Esaú, de Coré, de los sodomitas y de todos sus semejantes. Por eso el Hacedor los atacó, pero a ninguno de ellos pudo hacerles mal… Y dicen que Judas el traidor fue el único que conoció exactamente todas estas cosas, porque sólo él entre todos conoció la verdad para llevar a cabo el misterio de la traición, por la cual quedaron destruidos todos los seres terrenos y celestiales. Para ello, muestran un libro de su invención que llaman el ‘Evangelio de Judas’. Ireneo (180 d.C.)
Y nadie puede salvarse si no experimenta todas las cosas, así como enseñó Carpócrates. Y que un ángel está ayudando a los seres humanos cuando cometen cualquier acto torpe y pecaminoso, el cual hace llevar a cabo toda acción atrevida e impura, de modo que este ángel es el responsable de todas estas obras, como ellos lo invocan: «Oh tú, ángel, yo cumplo tu acción; oh tú, potestad, yo llevo a cabo tu obra». Y dicen que en esto consiste la gnosis perfecta: entregarse sin vergüenza alguna a tales acciones, cuyo nombre ni siquiera es lícito pronunciar. Ireneo (180 d.C.)
Una víbora de la herejía cainita… ha emocionado a una gran cantidad de personas con su doctrina venenosa. Lo primero que causó su veneno fue la destrucción del bautismo. Tertuliano (199 d.C.)
2. SIGLO II (Volver arriba)
2.1. BASÍLIDES
Basílides, uno de los maestros gnósticos más antiguos, vivió en Alejandría durante la primera mitad del segundo siglo.
Basílides, con el fin de parecer que había hallado cosas más verdaderas y profundas, extendió su doctrina al infinito. Según él, el Padre ingénito habría engendrado en primer lugar a la Mente; de la Mente al Verbo; del Verbo, la Prudencia; de la Prudencia, la Sabiduría y la Potencia; de la Sabiduría y la Potencia, las Potestades, los Principados y los Ángeles, a los cuales llama «los primeros», y éstos han hecho el primer cielo. Ireneo (180 d.C.)
Su jefe es el Ángel que es el Dios de los judíos. Y como éste quiso someter a las demás naciones a su pueblo, es decir a los judíos, los demás Principados se levantaron contra él y lo atacaron. Por eso también las demás naciones se rebelaron contra la suya. El Padre ingénito e inefable, viendo cómo se perdían, envió a la Mente, su Primogénito, llamado Cristo, para liberar a los que creían en él, del dominio de aquellos que hicieron el mundo. Apareció en la tierra entre los seres humanos e hizo milagros. Por eso, según dicen, no fue él quien padeció, sino un cierto Simón de Cirene, quien fue obligado a cargar la cruz por él. A éste habrían crucificado por error e ignorancia, pues (el Padre) le había cambiado su apariencia para que se pareciese a Jesús. Por su parte, Jesús cambió sus rasgos por los de Simón para reírse de ellos. Ireneo (180 d.C.)
Por eso no debemos creer en el que fue crucificado, sino en aquel que vino a vivir entre los seres humanos bajo forma de hombre, al que imaginaron haber crucificado; es decir, en Jesús, el enviado del Padre para que por medio de este plan destruyese las obras de los que habían hecho el mundo. Si alguien profesa su fe en el crucificado, todavía es esclavo y se mantiene bajo el poder de los que crearon los cuerpos. En cambio, quien lo niega (al crucificado), queda liberado de estos (Ángeles) porque conoce el plan del Padre ingénito. Ireneo (180 d.C.)
Sólo las almas pueden salvarse, porque los cuerpos son por naturaleza corruptibles. Dice que las profecías mismas son hechura de los Principados creadores del mundo; mas la ley proviene del jefe de todos ellos, quien sacó al pueblo de la tierra de Egipto. Se han de menospreciar las carnes inmoladas a los ídolos y tenerlas por sin valor, y por eso pueden comerlas sin preocuparse; así como pueden gozar haciendo indiferentemente todo tipo de acciones, incluso deleitarse con todo tipo de placeres. Ireneo (180 d.C.)
La hipótesis de Basílides sostiene que el alma, que ha pecado anteriormente en otra vida, sufre ahora castigos en esta vida. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
2.2. CARPÓCRATES
Carpócrates, un maestro gnóstico del segundo siglo, vivió en Alejandría.
Carpócrates y sus seguidores dicen que el mundo y cuanto contiene fue hecho por ángeles muy inferiores al Padre ingénito. Jesús nació de José, y en todo era semejante al resto de los hombres. Los superaba sólo porque su alma, siendo recta y pura, recordaba todas las cosas que había visto, en el entorno del Dios ingénito; por tal motivo éste le había infundido un poder para que pudiera escapar de los creadores del mundo y para que, pasando a través de todos ellos, una vez liberada volviera a ascender hasta él. Ireneo (180 d.C.)
El alma que, a semejanza de Jesús, puede despreciar las potestades de este mundo, también recibirá el poder para realizar las mismas acciones. Por eso (estos herejes) se alzaron con tan grande soberbia, que algunos presumieron ser Jesús; otros, en ciertos aspectos incluso más poderosos; o se sienten superiores a sus discípulos: Pedro, Pablo y los demás apóstoles… Y si alguno desprecia las cosas de este mundo más que Jesús (dicen ellos), podrá llegar a ser superior a Él. Ireneo (180 d.C.)
Sin embargo, así se encuentra estampado en sus escritos y así lo predican, diciendo que Jesús enseñó a sus discípulos cosas secretas, y les pidió que se las transmitieran sólo a los que fuesen dignos y estuviesen abiertos a acogerlas. Porque somos salvos sólo por la fe y la gracia; todo el resto es indiferente, pues que unas cosas sean buenas y otras se llamen malas, es asunto de la opinión humana, ya que nada es malo por naturaleza. Ireneo (180 d.C.)
Otros, en cambio, han salido de los grupos de Basílides y Carpócrates. Predican el amor libre y la poligamia, se sienten libres para comer lo sacrificado a los ídolos, porque dicen que Dios no se preocupa de tales cosas. Ireneo (180 d.C.)
Y han caído en tan grande locura, que presumen tener la licencia de cometer todas las acciones impías e irreverentes. Porque las cosas buenas y malas no son, dicen ellos, sino opiniones humanas. Ireneo (180 d.C.)
Carpócrates declara que el mundo y las cosas que hay en él, fueron creados por los ángeles, muy inferiores al Padre ingénito. Él dice que Jesús fue engendrado por José y, aunque habiendo nacido similarmente al resto de los hombres, Él fue más justo que cualquiera de ellos. También afirma que el alma de Jesús, puesto que fue hecha más vigorosa y pura, recordó las cosas que vio en sus conversaciones con el Dios ingénito. Hipólito (225 d.C.)
2.3. SATURNINO
De éstos salieron Saturnino, original de Antioquía cerca de Dafnes, y Basílides. Uno en Siria y otro en Alejandría, ambos enseñaron doctrinas diversas. Saturnino, siguiendo a Menandro (un discípulo de Simón el mago), enseñó que hay un solo Padre, desconocido por todos. Este hizo a los ángeles, arcángeles, poderes y potestades. Siete de los ángeles crearon el mundo y todo cuanto hay en él. El hombre sería hechura de los ángeles, (pero con ayuda del Padre) que… envió una chispa de vida, que hizo al hombre enderezarse, ponerse en pie y vivir. Esta misma chispa de vida, una vez muerto el hombre, regresa a aquella que es de su misma naturaleza, mientras que el resto se disuelve en los elementos de los que ha sido sacado. Ireneo (180 d.C.)
(Saturnino) enseñó que el Salvador no fue engendrado, ni tiene cuerpo ni figura, y que se dejó ver por los seres humanos sólo en apariencia. El Dios de los judíos sería uno de los ángeles. Y como el Padre quiso aniquilar a todos los principados, Cristo vino a destruir al Dios de los judíos, para salvar a los que creían en él: estos son los que tienen una chispa de su vida. Dijo que los ángeles habían formado dos razas de seres humanos, una malvada y otra buena. Y como los demonios prestaban su auxilio a los perversos, el Salvador vino para acabar con los hombres malvados y los demonios, y a salvar a los buenos. Ireneo (180 d.C.)
Añade que casarse y ofrecer la vida (como los mártires) serían obras inventadas por Satanás. Muchos de sus seguidores se abstienen de comer carne de animales, y engañan a muchos hombres con su mala abstinencia disimulada. Los ángeles que hicieron el mundo serían los autores de unas profecías y Satanás lo sería de otras. Satanás sería también un ángel, pero enemigo de los que crearon el mundo, y sobre todo del Dios de los judíos. Ireneo (180 d.C.)
2.4. VALENTINIANOS
Valentín, natural de Egipto, fue uno de los principales maestros gnósticos en los primeros años del segundo siglo. Éste construyó una elaborada cosmología de eones de ambos sexos que supuestamente gobiernan el universo.
Valentín fue el primero en tomar los principios antiguos de la secta llamada ‘gnóstica’ para aplicarlos a las características de su propia doctrina. Ireneo (180 d.C.)
Al mismo tiempo, los valentinianos niegan que jesús tomó algo material (en su naturaleza), debido a que la materia es incapaz de salvación. Más bien sostienen que la consumación de todas las cosas tomará lugar cuando todo lo espiritual haya sido formado y perfeccionado por medio de el gnosis (conocimiento). Y con esto, ellos se refieren al hombre espiritual que ha alcanzado el conocimiento perfecto de Dios y que ha sido iniciado dentro de estos misterios por Achamot. Y ellos se consideran ser este tipo de hombres… Por otro lado, afirman que los hombres carnales son instruídos en cosas carnales. Tales “hombres carnales” son reconocidos por sus obras y su fe simple; porque ellos no tienen el conocimiento perfecto (gnosis). Los valentinianos afirman que nosotros que pertenecemos a la iglesia somos personas carnales. Y es por esta razón, ellos sotienen, que las buenas obras son necesarias para nosotros. Pues de otro modo sería imposible para nostros ser salvos. Pero sostienen con seguridad que serán salvos, no por medio de sus obras, sino porque ellos son espirituales por naturaleza. Ireneo (180 d.C.)
Valentín la definió de esta manera: había una Díada innombrable, uno de sus elementos se llamaba Inefable y el otro Silencio. Esta dualidad emitió una segunda dualidad, a uno de cuyos elementos llama Padre, y al otro Verdad. Esta cuaterna produjo como frutos al Verbo, a la vida, al hombre y a la iglesia. Este fue el primer conjunto de ocho. El Verbo y la vida emitieron las diez Potestades como arriba expusimos. Del hombre y la iglesia nacieron otras doce, una de las cuales apostató (del pléroma) y caída en la decadencia creó las demás cosas. Pone luego dos límites: uno entre el abismo y el pléroma, que separa a los eones que nacieron del Padre ingénito; la otra pone la separación entre la Madre de ellos y el pléroma. Ireneo (180 d.C.)
El Cristo no habría sido emitido por los Eones del Pléroma; sino que la Madre, una vez que se halló fuera del Pléroma, lo engendró de acuerdo con las memorias que conservaba de las realidades superiores, y por eso lo dio a luz en una cierta sombra. Este, como nació masculino, se libró de la sombra y volvió al Pléroma. Entonces la Madre, abandonada en la sombra y privada de la substancia espiritual, emitió otro hijo. Este es el Demiurgo, a quien (Valentín) llama el Soberano universal de todos los seres que le están sometidos. Ireneo (180 d.C.)
Valentín esperaba llegar a ser un obispo, ya que era un hombre inteligente y elocuente. Sin embargo, enojado al ver a otro que obtuvo la dignidad (de ser obispo)… se separó de la iglesia y de la fe verdadera. Así como los espíritus que (despertados por la ambición) se inflaman con un deseo de venganza, se entregó con toda su fuerza a exterminar la verdad. Tertuliano (197 d.C.)
Es por esta razón que ellos no observan las obras como necesarias para ellos, ni le dan importancia a los deberes. E incluso evitan la necesidad del martirio sobre cualquier pretensión que satisfaga sus fantasías. Tertuliano (197 d.C.)
El apóstol dio un golpe similar contra aquellos que afirman que “la resurrección ya se efectuó.” Tal opinión es declarada por los valentinianos. Tertuliano (197 d.C.)
Los valentinianos son sin duda un gran cuerpo de herejes. Tertuliano (200 d.C.)
Si tú haces preguntas sinceras y honestas a los valentinianos, ellos te responderán con una mirada severa y frunciendo la ceja, dirán: El tema es profundo… Por esta razón, nosotros somos considerados por ellos como ‘simples.’ Tertuliano (200 d.C.)
Nosotros conocemos muy bien sobre su verdadero origen y sabemos porqué se llaman valentinianos, aunque ellos pretendan negar su nombre. Es cierto que se han separado de su fundador. No obstante, su origen aún está allí. Tertuliano (200 d.C.)
En el presente, Axionicus de Antioquía es el único hombre que honra la memoria de Valentín, siguiendo sus reglas de manera completa. Pues, dicha herejía ha tomado diversas formas, así como una prostituta que cambia y ajusta su vestido todos los días. Tertuliano (200 d.C.)
La herejía de Valentín está sin duda vinculada con las teorías pitagórica y platónica. Hipólito (225 d.C.)
Valentín afirma que todos los profetas y la ley hablaron por medio del Demiurgo: un Dios necio. Y ellos eran necios también. Él dice que fue por esta razón que el Salvador declaró: “Todos los que vinieron antes de mí, son ladrones y asaltantes.” Hipólito (225 d.C.)
2.5. MARCIÓN
Marción, el cual fundó su propia iglesia, fue uno de los principales maestros herejes del segundo siglo. Sus enseñanzas incorporan muchos elementos gnósticos, incluyendo la creencia de que el Dios del Antiguo Testamento fue un Dios diferente al Padre de Jesús. Marción aceptó sólo el evangelio de Lucas y los escritos de Pablo para el canon de su Nuevo Testamento, y alteró dichos escritos para ajustarlos a sus propias doctrinas.
Y cierto Marción, natural del Ponto, que todavía vive y enseña a sus discípulos, afirma que conoce a un Dios mayor que el Creador del mundo. Éste logró tanto, con la ayuda de los demonios, que muchos hombres de todos los linajes profirieron blasfemias, negando que Dios, Padre de Cristo, sea el Creador de todas las cosas y afirmando otro Dios superior, al que atribuye obras mayores que a Aquél. Justino Mártir (160 d.C.)
Marción del Ponto amplió su doctrina blasfemando de modo desvergonzado que aquel que anunció la ley y los profetas era el Dios creador de los males, que se complacía en guerras; era inconstante en sus opiniones y también se contradecía a sí mismo. Dijo que Jesús había venido a Judea de parte de aquel Padre que está por encima del Dios creador del mundo… y que se manifestó en forma humana a los judíos de entonces, para destruir la ley y los profetas y todas aquellas obras del Dios que hizo el mundo. Ireneo (180 d.C.)
Además recortó el evangelio según Lucas quitándole todas las cosas escritas sobre la generación del Señor, y arrancando de la doctrina que el Señor predicó… Igualmente recortó de las cartas del apóstol Pablo, todo aquello en lo cual el apóstol habla concerniente al Dios que hizo el mundo como el mismo Padre de nuestro Señor Jesucristo... Marción dice que habrá salvación sólo para las almas que hayan aprendido su doctrina; pero al cuerpo, como fue tomado de la tierra, le es imposible participar de la salvación. Ireneo (180 d.C.)
Tenemos también las iglesias que se alimentaron de Juan: porque, aunque (Marción) rechaza su Apocalipsis, si recorremos la sucesión de los obispos hasta su origen, terminaremos en Juan, su autor. Tertuliano (197 d.C.)
Un Dios superior ha sido descubierto por Marción: ¡Uno que nunca se ofende ni se enoja, que nunca inflige castigos ni ha preparado un fuego en el Gehena, y que no requiere el crujir de dientes en las tinieblas de afuera! Este Dios es sencillamente ‘bueno.’ Prohíbe toda maledicencia, pero sólo en palabra. Él estará en ti, si estás dispuesto a rendirle homenaje… Porque este Dios no quiere tu temor. Y los marcionistas se satisfacen con tal engaño, pues no tiene temor de su Dios para nada. Ellos dicen que sólo un hombre malo es temido y, en cambio, el bueno, es amado. Tertuliano (207 d.C.)
No se engañen; Dios no puede ser burlado.” Pero el Dios de Marción sí puede serlo; puesto que no sabe cómo enojarse ni cómo tomar venganza. (Tertuliano 207 d.C.)
Marción no une lazos nupciales. Y cuando contraen matrimonio, no lo permite. Él no bautiza a nadie, sino al que vive en celibato o es eunuco (o viuda). Para los demás, les reserva el bautismo hasta la muerte o hasta que se divorcien. Tertuliano (207 d.C.)
Enfrentemos ahora el tema del matrimonio que Marción prohíbe… Ahora, cuando Marción prohíbe absolutamente toda relación sexual a los fieles, y cuando prescribe el repudio de todos los compromisos antes del matrimonio, ¿qué enseñanza está siguiendo; la de Moisés o la de Cristo? (Tertuliano 207 d.C.)
Marción rechaza las dos epístolas a Timoteo y la epístola a Tito: todo lo relacionado a la disciplina de la iglesia. (Tertuliano 207 d.C.)
El apóstol Juan llama anticristos a los que niegan que Cristo vino en carne. Éstos son los marcionistas. (Tertuliano 207 d.C.)
Marción, de ningún modo, admite la resurrección de la carne. Al contrario, es sólo la salvación del alma la que él promete. (Tertuliano 207 d.C.)
De acuerdo a Marción, la carne no debería ser inmersa en el agua del sacramento a no ser que se halle en virginidad, viudez o celibato, o si ha adquirido por medio del divorcio un título para bautizarse… Ahora, una disposición como ésta, sin duda, involucra la prohibición del matrimonio. Tertuliano (207 d.C.)
El método reciente que ha sido adoptado por Marción. Él lee el siguiente pasaje: “en los cuales, el dios de este siglo” (2 Corintios 4:4) como si describiera al Creador como “el dios de este siglo.” Él hace esto para que (por medio de tales palabras) pueda deducir que hay otro Dios para el otro mundo. Tertuliano (207 d.C.)
3. OTROS GRUPOS HERÉTICOS DEL SIGLO II
3.1. LOS EBIONITAS (Volver arriba)
Los ebionitas fueron una secta herética que creía en Jesús como el Mesías judío. No obstante, no aceptaban su divinidad y continuaron guardando la ley de Moisés.
Los que se llaman ebionitas confiesan que el mundo fue hecho por Dios; pero respecto al Señor, enseñan los mismos mitos que Cerinto y Carpócrates. Usan sólo el evangelio según Mateo, y rechazan al apóstol Pablo pues lo llaman apóstata de la ley. Exponen con detalle las profecías; y se circuncidan y perseveran en las costumbres según la ley y en el modo de vivir judío, de modo que adoran a Jerusalén como si fuese la casa de Dios. Ireneo (180 d.C.)
Los ebionitas… conforme a las costumbres de los judíos, alegan que ellos son justificados por la ley. Afirman que Jesús fue justificado por cumplir la ley; y debido a su fidelidad a ella fue llamado Jesús y Cristo de Dios, pues nadie como Él había observado la ley de manera completa… En resumen, ellos sostienen que nuestro Señor mismo fue un hombre en todo sentido como cualquiera de nosotros. Hipólito (225 d.C.)
Yo no entiendo esta expresión como la entienden los ebionitas, los cuales son pobres en entendimiento. Ellos creen que el Salvador vino especialmente a los israelitas. Orígenes (225 d.C.)
Los judíos físicos y los ebionitas (los cuales difieren poco de los primeros) nos reprochan por transgredir los mandamientos referentes a las carnes limpias e inmundas. Orígenes (225 d.C.)
Algunos de ellos se consideran cristianos, porque aceptan a Jesús. Sin embargo, regulan sus vidas conforme a la ley judía igual que la multitud de judíos. Existen dos sectas entre los ebionitas. Una de éstas, reconoce que Jesús nació de una virgen. La otra lo rechaza, y sostiene que Él fue engendrado como cualquier ser humano. Orígenes (248 d.C.)
Existen ciertas sectas heréticas, las cuales no aceptan las epístolas de Pablo. Tales son las dos sectas ebionitas, como también los llamados encratitas. Orígenes (248 d.C.)
3.2. LOS ENCRATITAS
Los encratitas eran una secta herética conocida por sus prácticas ascéticas.
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios… prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. 1 Timoteo 4:1-3
A partir de Saturnino y Marción nacieron los encratitas, los cuales predican la abstinencia del matrimonio, destruyendo el plan de Dios… al que de modo indirecto acusan de haber hecho hombre y mujer para engendrar seres humanos. Introdujeron la abstinencia de todo lo que ellos llaman animal, haciéndose de esta manera ingratos a Dios que hizo todas las cosas… y así como lo hacían Saturnino y Marción, denuncian el matrimonio como fornicación y corrupción. Ireneo (180 d.C.)
Otros se llamaron así mismos encratitas. Estos entienden algunas cosas concernientes a Dios y a Cristo del mismo modo que la iglesia. Sin embargo, en su estilo de vida, pasan sus días henchidos de orgullo. Imaginan que se hacen a sí mismos superiores por medio de los alimentos. Por esta razón, se abstienen de toda comida animal y beben sólo agua. Prohíben casarse a las personas. Y por el resto de sus vidas se entregan a prácticas ascéticas.
A personas con estas cualidades se las debería considerar ‘cínicas’ y no cristianas. Pues ellos no ponen atención a las palabras de Pablo dirigidas contra ellos, porque él predijo sobre los nuevos cambios que más tarde serían introducidos por algunos, diciendo: “El Espíritu habla expresamente que en los últimos tiempos, algunos se apartaran de la sana enseñanza, prestando atención a espíritus seductores y a doctrinas de demonios… prohibirán casarse y abstenerse de carnes que Dios ha creado para participar de ellas con acción de gracias.” Hipólito (225 d.C.)
Existen ciertas sectas heréticas, las cuales no aceptan las epístolas de Pablo. Tales son las dos sectas ebionitas, como también los llamados encratitas. Orígenes (248 d.C.)
3.3. MARCO EL HEREJE
Otro de ellos presume de haber corregido al Maestro. Su nombre es Marco. Es muy experto en las artes de magia, mediante las cuales seduce a muchos varones y a no pocas mujeres para que se conviertan a él como al más grande y más perfecto gnóstico, porque posee la Potencia más elevada, que proviene de lugares invisibles e indescriptibles. Es un verdadero precursor del Anticristo. Él se introduce en las fiestas de Anasilao con los engaños de los llamados magos; y por eso, muchos que no disciernen y han perdido la cabeza, piensan que tiene en sus manos el poder de hacer prodigios. Ireneo (180 d.C.)
Otros (seguidores de Marcos) piensan que no tiene sentido llevar al bautizado al agua. Prefieren mezclar óleo con agua, y pronunciando palabras semejantes a las que hemos dicho arriba, les ungen la cabeza para, según dicen, consagrarlos para la redención. Los ungen con el mismo óleo perfumado… Este engaño lo ha difundido Satanás, que busca apartar del bautismo para la nueva vida en Dios, y destruir la fe. Ireneo (180 d.C.)
Marco prepara filtros enervantes no para todas las mujeres, sino para aquellas que, excitadas, le permiten deshonrar su cuerpo. Muchas de éstas, cuando se convierten a la iglesia de Dios, con frecuencia confiesan que ellas le han permitido mancillar su cuerpo, porque se habían sentido inflamadas por un amor violento hacia él. Ireneo (180 d.C.)
Algunos de sus discípulos, cometiendo los mismos errores, han seducido a muchas mujerzuelas para corromperlas. A sí mismos se llaman los perfectos, pues imaginan que nadie puede igualar la grandeza de su gnosis, así fuesen Pablo o Pedro o cualquiera de los otros apóstoles; porque saben más que cualquiera, pues únicamente ellos han bebido la grandeza de la gnosis de la Potencia inefable. Dicen estar en lugar más elevado que cualquier potencia; por eso pueden libremente hacer lo que les plazca, sin temer nada ni a nadie. Ireneo (180 d.C.)
Según dicen, el Demiurgo llevó a cabo la creación a imagen de los seres invisibles, sin que él se diera cuenta, por arte de la Madre. Ireneo (180 d.C.)
(Marcos) parecería tener por cómplice a un demonio, por cuya obra causa la impresión de profetizar, y también hace profetizar a aquellas mujeres a quienes juzga dignas de participar de su gracia. Porque sobre todo anda detrás de mujeres, sobre todo a las más nobles, mejor vestidas y ricas, a las cuales trata de seducir con discursos orgullosos, (insistiéndoles a profetizar)… En seguida la mujer responde: «Nunca he profetizado ni sé profetizar». Él entonces pronuncia nuevas invocaciones para llenar de admiración a la pobre engañada, diciéndole: «Abre tu boca y habla cualquier cosa, y profetizarás». Ella entonces, envanecida por lo que se le ha dicho, siente calentarse su alma con el sueño de que está por profetizar; su corazón se pone a palpitar fuertemente, se atreve a hablar cosas delirantes y cualquier cosa que le viene, sin sentido pero con osadía, pues siente arder en ella el espíritu… Ella entonces se siente profetisa, agradece a Marco porque le ha comunicado su gracia; y en agradecimiento no sólo le da una gran parte de sus riquezas, de donde él amontona una buena cantidad de dinero; sino que también le entrega su cuerpo deseando estar unida íntimamente con él, para junto con él descender al Uno. Ireneo (180 d.C.)
Otros los llevan a donde hay agua y al bautizarlos proclaman: «En el nombre del Padre universal y de la Verdad, madre de todas las cosas, que descendió sobre Jesús, para la unión, redención y comunión con todas las Potencias». Otros pronuncian palabras en hebreo, de modo que llenan de estupor y aun de miedo a los bautizados. Ireneo (180 d.C.)
Otros (seguidores de Marcos) celebran el rito de la redención sobre los que acaban de morir, derramando óleo y agua sobre su cabeza, o el óleo perfumado que dijimos arriba junto con agua, mientras pronuncian las mismas invocaciones, a fin de que (los difuntos) se hagan invisibles para los Principados y Potestades, a fin de que su hombre interior pueda subir más allá de los lugares invisibles. Ireneo (180 d.C.)
(Marco) engaña a muchos que llegan a ser sus discípulos. Él les enseña que ellos están propensos al pecado, pero sin peligro, porque pertenecen al poder perfecto. Después del bautismo, estos herejes, prometen otro nacimiento que llaman redención. Con esto engañan malvadamente a los que permanecen con ellos esperando la redención, como si las personas una vez bautizadas pudieran obtener otra remisión. Hipólito (205 d.C.)
4. Siglo III. (Volver arriba)
4.1. MONTANO, MONTANISMO
El montanismo fue un movimiento espiritual que comenzó en la última parte del segundo siglo. Se inició con un hombre llamado Montano que vivía en Frigia. Después de él, el movimiento fue dirigido por dos profetizas: Priscila y Maximilia. Los montanistas se refieren a su movimiento como la Nueva Profecía. La iglesia normalmente los llamaba frigianos, catafrigianos o montanistas.
Que la gente arriba mencionada no nos llame “hombres naturales” a modo de reproche. Tampoco permitan a los frigianos, porque estas personas usan el término “hombre natural” para referirse a aquellos que no pertenecen a la Nueva Profecía. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
Hay otros que incluso son más herejes en naturaleza y son frigianos por naturaleza. Éstos han sido víctimas del error debido a ser previamente cautivados por aquellas mujeres miserables llamadas Priscila y Maximilia, las cuales, ellos suponen, son profetizas. Y anterior a ellas, los frigianos, de la misma manera, consideran como profeta a Montano… Ellos alegan que aprendieron más a través de sus libros que de la ley, de los profetas y de los evangelios. De hecho, ellos magnifican a estas desdichadas mujeres por encima de los apóstoles y de todo don de gracia. Además, algunos de ellos presumen que hay algo en ellos superior a Cristo. Hipólito (225 d.C.)
Aquellos que son llamados catafrigianos se esfuerzan en reclamar para ellos mismos nuevas profecías. Éstos no pueden tener ni al Padre ni al Hijo. Pues si les preguntamos a qué Cristo predican, ellos responderán diciendo que predican (al Cristo) que envió al Espíritu que habla por medio de Montano o Priscila. Sin embargo, cuando observamos que el Espíritu de verdad no estuvo en tales personas, sino un espíritu de error, sabemos que los que sostienen sus falsas profecías contra la fe de Cristo, no pueden tener a Cristo. Farmiliano (256 d.C.)
4.2. MANES, MANIQUEÍSMO
Manes (216-276 d.C.), también conocido como Mani o Maniqueo, fundó una secta religiosa en Persia que incorporó muchos elementos gnósticos, particularmente el dualismo. Se difundió por el Oriente como una religión distinta, pero emergió en el Occidente principalmente como una herejía cristiana.
Mani fue un persa… Él estableció dos principios: Dios y la Materia. Él llamó Dios al bien y Materia al mal… Dios pensó en cómo vengarse de la Materia… Por tanto, Él envió el poder que llamamos alma a la Materia para impregnarlo completamente… Ellos se abstienen de aquellas cosas que tienen vida (animal). Por consiguiente, se alimentan de vegetales y de todo que carezca de sensibilidad. También se abstienen del matrimonio, de los ritos de Venus y de la procreación de hijos… Estas cosas son las principales creencias que ellos afirman y creen. Y particularmente honran al sol y a la luna, no como dioses, sino del modo por medio del cual es posible alcanzar a Dios. Alejandro de Licópolis (300 d.C.)
(Manes) adora a dos deidades: ambas sin origen, auto existentes y opuestas una contra la otra. Él enseña que una es buena y la otra mala. La primera deidad es llamada Luz y la otra Oscuridad. También enseña que el alma del hombre es una porción de la luz, pero el cuerpo… es parte de la oscuridad… El (buen Padre) envió a su querido Hijo para la salvación del alma. Discusión entre Arquelao y Manes. (320 d.C.)
Arquelao preguntó: ¿No eres tú de la opinión de que Jesús nació de la virgen María? Manes replicó: “Dios me prohibió admitir que nuestro Señor Jesucristo vino a nosotros por medio del vientre natural de una mujer.” Discusión entre Arquelao y Manes. (320 d.C.)
(Arquelao:) Si tu afirmación es verdad que el Hijo no nació, entonces indudablemente Él no sufrió. Porque no es posible que alguien sufra sin haber nacido. Sin embargo, si Él no sufrió, entonces el nombre de la cruz es eliminado. Y si la cruz no fue sufrida, entonces Jesús no se levantó de los muertos. Y si Jesús no se levantó de los muertos, entonces tampoco resucitará ninguna persona. Y si nadie ha de resucitar, entonces no habrá un juicio. Discusión entre Arquelao y Manes. (320 d.C.)
4.3. MONARQUISMO
El término “monarquismo” se refiere a la creencia de que los tres: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son modalidades o revelaciones diferentes de una misma persona. Dicha creencia es también conocida en los círculos teológicos como modalismo, patripasianismo o sabelianismo. En el uso popular, esta creencia se refiere generalmente a la teología “Sólo Jesús”. Dos de los maestros primitivos del monarquismo fueron Noeto y Praxeas.
(Los monarquistas) buscan exhibir el fundamento para su dogma, citando la palabra en la ley: “Yo soy el Dios de tus padres; no tendrás otros dioses delante de mí.” Y otra vez en otro pasaje, Él dice: “Yo soy el primero y el último. Y aparte de mí, no hay otro.” De este modo, ellos dicen que prueban que Dios es uno. Por tanto, responden de la siguiente manera: “Si yo reconozco que Cristo es Dios, Él debe ser el mismo Padre, si de veras Él es Dios. Ahora, Cristo, siendo Dios mismo, sufrió. Por consiguiente, el Padre sufrió, puesto que Él (Cristo) era el mismo Padre.” Hipólito (205 d.C.)
Ahora, Calixto (obispo de Roma) se presentó a Severino (sucesor obispo de Roma) y lo indujo a declarar públicamente: “Yo sé que hay un solo Dios: Jesucristo.”… Y nosotros, conscientes de sus sentimientos, no le dimos lugar, sino que lo reprobamos y resistimos por causa de la verdad. Y él precipitadamente… nos llamó adoradores de dos Dioses. Hipólito (205 d.C.)
El diablo ha rivalizado y resistido la verdad de diferentes maneras… Praxeas sostiene que hay un sólo Señor, el Creador Todopoderoso del mundo. Él dice esto a fin de que a partir de dicha unidad pueda crear una herejía. Él dice que el Padre mismo descendió a la virgen, nació de ella y sufrió; y que Él mismo fue Jesucristo. Tertuliano (213 d.C.)
Los monarquistas constantemente nos critican por ser predicadores de dos Dioses y tres Dioses, en tanto que ellos toman un preeminente crédito por ser “adoradores de un sólo Dios”… Nosotros decimos que ellos sostienen la “monarquía.” Tertuliano (213 d.C.)
Jesús les ordenó a bautizar en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; no en un Dios unipersonal. Tertuliano (213 d.C.)
III. CÓMO LOS HEREJES MALINTERPRETAN LAS ESCRITURAS (Volver arriba)
Nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. 2 Pedro 3:15-16
Además de éstos, ellos(los maestros herejes) han añadido una multitud de escritos apócrifos y bastardos, que causan admiración a los necios, que desconocen las verdaderas Escrituras. Ireneo (180 d.C.)
Estos hombres no aceptan ni las Escrituras ni la tradición. Tales hombres son los adversarios a quienes tenemos que enfrentarnos. Ireneo (180 d.C.)
Él cita estas palabras sin entender lo que las precede. Porque en cualquier parte que ellos quieran intentar cualquier cosa simuladamente, mutilan las Escrituras. En lugar de ello, ¡que cite los pasajes completos! Hipólito (205 d.C.)
(Los monarquistas) buscan exhibir el fundamento para su dogma, citando la palabra en la ley: “Yo soy el Dios de tus padres; no tendrás otros dioses delante de mí.” Y otra vez en otro pasaje, Él dice: “Yo soy el primero y el último. Y aparte de mí, no hay otro.” De este modo, ellos dicen que prueban que Dios es uno. Por tanto, responden de la siguiente manera: “Si yo reconozco que Cristo es Dios, Él debe ser el mismo Padre, si de veras Él es Dios. Ahora, Cristo, siendo Dios mismo, sufrió. Por consiguiente, el Padre sufrió, puesto que Él (Cristo) era el mismo Padre.” Hipólito (205 d.C.)
El método reciente que ha sido adoptado por Marción. Él lee el siguiente pasaje: “en los cuales, el dios de este siglo” (2 Corintios 4:4) como si describiera al Creador como “el dios de este siglo.” Él hace esto para que (por medio de tales palabras) pueda deducir que hay otro Dios para el otro mundo. Tertuliano (207 d.C.)
En realidad, ellos citan de las Escrituras y, al mismo tiempo, basan (sus creencias) fuera de las Escrituras. ¡Por supuesto que lo hacen! ¿De qué fuente podrían ellos derivar argumentos concernientes a la fe? Tertuliano (197 d.C.)
Allí, donde hay diversidad de doctrinas, se tuerce las Escrituras y las interpretaciones de ellas. Tertuliano (197 d.C.)
Un hombre pervierte las Escrituras con sus manos. Otro, pervierte su significado por medio de explicaciones. Pues, aunque Valentín pareciera usar todas las Escrituras, tiene las manos violentas puestas sobre la verdad, sólo que la usa con más astucia y habilidad que Marción. Marción abiertamente usó el cuchillo más que la tinta; pues éste cortó partes de las Escrituras para encajarlas a su propia enseñanza. Tertuliano (197 d.C.)
Quiten a los herejes la sabiduría que ellos comparten con los paganos y permítanles sostener sus doctrinas basados sólo en las Escrituras, y verán que serán incapaces de sostenerse en pie. Tertuliano (210 d.C.)
Aquellos que pertenecen a las sectas heréticas leen (estos pasajes de la Escritura)… “Yo soy un Dios celoso que visita la maldad de los padres hasta los hijos,”… y “Un espíritu malvado de parte del Señor atormentaba a Saúl” y otros pasajes similares… (Dichos herejes) creen que estas palabras pertenecen al Demiurgo, el Dios adorado por los judíos. Y puesto que el Demiurgo es un Dios imperfecto y sin amor, ellos creen que el Salvador vino para anunciar a una Deidad más perfecta. Orígenes (225 d.C.)
Ciertos hombres (los herejes) que sostienen ideas contrarias, malinterpretan estos pasajes. Ellos destruyen el libre albedrío al introducir (la idea) de una naturaleza pecaminosa e incapaz de salvación; mientras sostienen que otros pueden ser salvos, de tal forma que no pueden perder la salvación. Orígenes (248 d.C.)
Aquellos que buscan establecer un nuevo dogma, tienen el hábito de pervertir con facilidad, en conformidad a sus propias nociones, cualquier prueba que les interese (tomar) de las Escrituras… En consecuencia, además de lo que una vez se nos ha sido entregado por los apóstoles, un discípulo de Cristo no debe recibir nada nuevo como doctrina. Discusión entre Arquelao y Manes. (320 d.C.)
IV. LOS HEREJES Y LA RESPUESTA DE LA IGLESIA (Volver arriba)
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: … enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías… acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gálatas 5:19-21
Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre ustedes falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. 2 Pedro 2:1
Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo. Judas 4
Todos esos mandatos no contradicen ni anulan los antiguos, como andan vociferando los marcionitas; sino que los amplían y perfeccionan, como él dijo: “Si su justicia no fuese mejor que la de los escribas y fariseos, no entrarán en el reino de los cielos” ¿Qué significaba mejor? En primer lugar, no creer sólo en el Padre, sino también en el Hijo que ya se había manifestado: pues éste es el que conduce al ser humano a la comunión y unidad con Dios. En segundo lugar, no sólo decir, sino actuar, pues ellos decían y no hacían, y no sólo abstenerse de obrar mal, sino también de desearlo. Ireneo (180 d.C.)
Pero si no se hizo carne sino apariencia de carne, entonces no era verdadera su obra. ¡No! Lo que parecía, eso era: el Dios del hombre recapitulaba en sí su antigua creación, para matar por cierto el pecado, dejar vacía la muerte y dar vida al hombre. Por eso “sus obras son verdaderas.” Ireneo (180 d.C.)
Cuando nosotros atacamos (a los herejes) con la tradición que la iglesia registrada a partir de los apóstoles por la sucesión de los presbíteros, ellos se disponen contra la tradición… Y terminan por no estar de acuerdo ni con la tradición ni con las Escrituras. Ireneo (180 d.C.)
Para todos aquellos que quieran ver la verdad, la tradición de los apóstoles ha sido manifestada al mundo en toda la iglesia, y podemos enumerar a aquellos que en la iglesia han sido constituidos obispos y sucesores de los apóstoles hasta nosotros, los cuales ni enseñaron ni conocieron las cosas que (los grupos heréticos) deliran. Ireneo (180 d.C.)
Acerca de la teoría de quienes opinan cosas contrarias al Padre nada dice la Escritura, ni en forma abierta, ni con sus palabras, ni en forma notoria. Los mismos herejes dan testimonio de ello, cuando afirman que el Salvador las enseñó en secreto, no a todos sino a algunos discípulos capaces de entenderlo, y de interpretar su significado por medio de argumentos, enigmas y parábolas. Llegan incluso a decir que uno es el Dios del que se predica, y otro el Padre al que se refieren las parábolas y enigmas. Ireneo (180 d.C.)
Los herejes nos presentan la cuestión de si Adán fue creado perfecto o imperfecto. Porque si lo fue imperfecto, ¿cómo puede ser imperfecta la obra de un Dios perfecto, y más aún tratándose del hombre? Pero si era perfecto, ¿cómo traspasó el mandato? Nuestra respuesta es que no fue creado perfecto en su constitución, pero si dispuesto para recibir la perfección. Hay cierta diferencia entre tener capacidad para la virtud y poseerla. Dios quiere que nos salvemos por nosotros mismos, pues ésta es la naturaleza del alma, la de poder moverse por sí misma… todos, como he dicho, están hechos para alcanzar la virtud. Lo que sucede es que unos se entregan más, y otros menos al aprendizaje y a la práctica de la misma. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
Está claro que estas herejías nacieron más tarde y son innovaciones y desfiguraciones de la antigua y verdadera iglesia, así como las que surgieron en tiempos todavía posteriores a ellas. Y creo que resulta evidente después de lo dicho, que la verdadera iglesia es una, la realmente primitiva. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
Volvamos a nuestra discusión acerca del principio de que lo más originario es lo verdadero, y lo posterior es lo falso. Tertuliano (197 d.C.)
Yo digo que el evangelio mío es el correcto. Marción [un maestro gnóstico principal] dice que el suyo es el correcto. Yo digo que el evangelio de Marción se ha adulterado. El dice que el mío se ha adulterado. Bueno, ¿cómo podemos resolver esta disputa, excepto por el fundamento de tiempo? Según este fundamento, la autoridad la tiene el que tiene la posición más antigua. Esto se basa en la verdad elemental que la adulteración está con aquel cuya doctrina se originó más recientemente. Ya que el error es la falsificación de la verdad, la verdad tenía que existir antes que el error. Tertuliano (197 d.C.)
Ninguna enseñanza podrá ser recibida como apostólica, excepto las que son proclamadas en las iglesias fundadas por los apóstoles. Tertuliano (197 d.C.)
Si son herejes, no pueden ser cristianos, ya que no han recibido de Cristo lo que ellos se han escogido por propia elección al admitir el nombre de herejes. No siendo cristianos, no tienen derecho alguno sobre los escritos cristianos. Con razón se les ha de decir: ¿Quiénes son? ¿Cuándo llegaron, y de dónde? ¿Qué hacen en mi terreno, no siendo de los míos? ¿Con qué derecho, Marción cortas leña en mi bosque? ¿Con qué permiso, Valentín, desvías el agua de mis fuentes? ¿Con qué poderes, Apeles, mueves mis mojones?... Esta posesión es mía; posesión antigua y anterior a ustedes. Tengo unos orígenes firmes, desde los mismos fundadores de la doctrina. Tertuliano (197 d.C.)
Nosotros refutamos a aquellos que piensan que el Padre de nuestro señor Jesucristo es un Dios distinto a Aquel que entregó la ley a Moisés y envió a los profetas. Orígenes (225 d.C.)
El Hijo se vistió de carne para dominar los deseos de la carne, enseñándonos que el pecado no fue resultado de la necesidad, sino del propósito y de la voluntad del hombre. Lactancio (304 d.C.)
V. ACTITUD DE LA IGLESIA HACIA LOS HEREJES (Volver arriba)
Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras de las cuales nacen… disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. 1 Timoteo 6:3-5
Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Romanos 16:17
Ahora bien, Onésimo, de su propia iniciativa les alaba en gran manera por su conducta ordenada en Dios, porque todos viven en conformidad con la verdad, y no hay herejía alguna que halle albergue entre ustedes; es más, ni aun escuchan a nadie si habla de otras cosas excepto lo que se refiere a Jesucristo en verdad. Porque algunos son propensos a engaño malicioso sobre el nombre del Señor, y lo propagan y hacen ciertas cosas indignas de Dios. A éstos tienen que evitarlos como si fueran fieras; porque son perros rabiosos, que muerden a escondidas; contra los cuales deberían estar en guardia, porque son difíciles de sanar. Ignacio (105 d.C.)
Absténganse de las plantas dañinas, que no son cultivadas por Jesucristo, porque no son plantadas por el Padre. Porque todos los que son de Dios y de Jesucristo están con los obispos… No se dejen engañar, hermanos míos. Si alguno sigue a otro que cause un cisma, no heredará el reino de Dios. Si alguno anda en doctrina extraña, no tiene comunión con la pasión. Ignacio (105 d.C.)
Pero los que entregaron (varas) verdes y sin marchitar, éstos están también cerca de ellos; porque eran hipócritas, y trajeron doctrinas extrañas, y pervirtieron a los siervos de Dios, especialmente a los que no habían pecado, no permitiéndoles que se arrepintieran, sino persuadiéndoles con sus doctrinas insensatas. Éstos, pues, tienen esperanza de arrepentirse. Hermas (150 d.C.)
Y del mismo Policarpo se dice que una vez se encontró con Marción, y éste le dijo: “¿Me conoces?” El le respondió: “Te conozco, primogénito de Satanás.” Es que los apóstoles y sus discípulos tenían tal reverencia, que no querían dirigir ni siquiera una mínima palabra a aquellos que adulteran la verdad, como dice San Pablo: “Después de una o dos advertencias, evita al hereje, viendo que él mismo se condena y peca sosteniendo una mala doctrina.” Ireneo (180 d.C.)
La iglesia ha sido plantada como el paraíso en el mundo. “De todo árbol, pues, del paraíso, podrán comer”, dice el Espíritu de Dios, esto es, coman de toda la Escritura del Señor, pero no coman con espíritu orgulloso ni toquen nada de la disensión herética. Ireneo (180 d.C.)
Si alguien se atreviese a predicarles lo que los herejes han inventado, hablándoles en su propia lengua, ellos (los cristianos) de inmediato cerrarían los oídos y huirían muy lejos, pues ni siquiera se atreverían a oír la predicación blasfema. Ireneo (180 d.C.)
(Una descripción de los herejes) Por tanto, quienes no participan de él, ni nutren su vida con la leche de su madre (la iglesia), tampoco reciben la purísima fuente que procede del cuerpo de Cristo. “Cavan para sí mismos cisternas agrietadas,” se llenan de pozos terrenos y beben agua corrompida por el lodo; porque huyen de la fe de la iglesia para que no se les convenza de error, y rechazan el Espíritu para no ser instruidos. Enajenándose de la verdad, revolotean de error en error, andan fluctuando, opinando de un modo o de otro, según las ocasiones, y nunca llegan a afirmarse en una doctrina estable. Ireneo (180 d.C.)
En cambio a los otros, que se apartan de la sucesión original y se reúnen en cualquier parte, habrá que tenerlos por sospechosos, como herejes que tienen ideas perversas, o como cismáticos llenos de orgullo y autocomplacencia, o como hipócritas que no buscan en su conducta sino el interés y la vanagloria. Ireneo (180 d.C.)
VER TAMBIÉN BAUTISMO; HERMENÉUTICA; HOMBRE, DOCTRINA DEL; SALVACIÓN