JUDAÍSMO
I. Actitud de los cristianos frente al judaísmo
II. Los judíos persiguieron a los cristianos
III. Los judíos rechazaron a Dios
I. Actitud de los cristianos frente al judaísmo (Volver arriba)
II. Los judíos persiguieron a los cristianos
III. Los judíos rechazaron a Dios
Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos? Mateo 21:42
Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios. Romanos 2:28-29
No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. Romanos 9:6-7
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús. Gálatas 3:28
Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Gálatas 4:28
No se dejen seducir por doctrinas extrañas ni por fábulas anticuadas que son sin provecho. Porque si incluso en el día de hoy vivimos según la manera del judaísmo, confesamos que no hemos recibido la gracia; porque los profetas divinos vivían según Cristo Jesús. Ignacio (105 d.C.)
Es absurdo hablar de Jesucristo y al mismo tiempo practicar el judaísmo. Porque el cristianismo no creyó (se unió con) en el judaísmo, sino el judaísmo en el cristianismo, en el cual toda lengua que creyó fue reunida a Dios. Ignacio (105 d.C.)
Pero si alguno propone el judaísmo entre ustedes no le escuchen, porque es mejor escuchar el cristianismo de uno que es circuncidado que escuchar el judaísmo de uno que es incircunciso. Pero si tanto el uno como el otro no les hablan de Jesucristo, yo los tengo como lápidas de cementerio y tumbas de muertos, en las cuales están escritos sólo los nombres de los hombres. Ignacio (105 d.C.)
Porque en tanto que los griegos, al ofrecer estas cosas a imágenes insensibles y sordas, hacen una ostentación de necedad, los judíos, considerando que están ofreciéndolas a Dios, como si Él estuviera en necesidad de ellas, deberían en razón considerarlo locura y no adoración religiosa. Epístola a Diogneto (125-200 d.C.)
Pero los que creen que le ofrecen (a Dios) sacrificios con sangre y sebo y holocaustos, y le honran con estos honores, me parece a mí que no son en nada distintos de los que muestran el mismo respeto hacia las imágenes sordas. Epístola a Diogneto (125-200 d.C.)
El que los cristianos tengan razón, por tanto, manteniéndose al margen de la insensatez y error común de los judíos, y de su excesiva meticulosidad y orgullo. Epístola a Diogneto (125-200 d.C.)
(Los cristianos) ni observan la superstición de los judíos. Pero, además, sus escrúpulos (de los judíos) con respecto a las carnes, y su superstición con referencia al sábado y la vanidad de su circuncisión y el disimulo de sus ayunos y lunas nuevas, yo [no] creo que sea necesario que tú aprendas a través de mí que son ridículas e indignas de consideración alguna. Epístola a Diogneto (125-200 d.C.)
Hemos leído que todas las escrituras son dadas para edificación. Parece que, por esta misma razón, son rechazadas por los judíos, por todas las porciones que hablan de Cristo. Tampoco nos debe sorprender que no hayan recibido algunas escrituras que hablen acerca del cual a quien no han recibido. Justino Mártir (160 d.C.)
Por eso aun en nuestros tiempos lo que se lee en la ley les parece una fábula a los judíos. Es que no tienen aquello que lo explica todo, como es lo que toca a la venida del Hijo de Dios hecho hombre. Ireneo (180 d.C.)
II. Los judíos persiguieron a los cristianos (Volver arriba)
Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Hechos 12:2-3
Pero los judíos instigaron a mujeres piadosas y distinguidas, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus límites. Hechos 13:50
Los judíos hacen guerra contra los cristianos como extraños, y los griegos los persiguen, y, pese a todo, los que los aborrecen no pueden dar razón de su odio. Epístola a Diogneto (125-200 d.C.)
Y como los judíos, en cuyas manos están los libros de los profetas, no entendieron esto, tampoco reconocieron a Cristo cuando vino, sino que nos aborrecen a nosotros, que creemos que vino y demostramos que fue crucificado por ellos, según estaba profetizado. Justino Mártir (160 d.C.)
Y con razón y justicia se ha venido todo eso (la destrucción de Jerusalén) a ustedes (los judíos), que mataron al Justo y antes de Él a sus profetas. Y ahora desechan a los que esperan en Él y en el Dios omnipotente y hacedor de todas las cosas, que le envió, y, en cuanto es de su parte. Lo deshonran, maldiciendo en sus sinagogas a los que creen en Cristo. Justino Mártir (160 d.C.)
III. Los judíos rechazaron a Dios (Volver arriba)
Y no penséis decir dentro de ustedes mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Mateo 3:9
Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra. Romanos 2:28-29
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo. Gálatas 3:28
He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. Apocalipsis 3:9
Hemos leído que todas las escrituras son dadas para edificación. Parece que, por esta misma razón, son rechazadas por los judíos, por todas las porciones ue hablan de Cristo. Tampoco nos debe sorprender que no hayan recibido algunas escrituras que hablen acerca del cual a quien no han recibido. Justino Mártir (160 d.C.)
(Dirigido a los judíos) Y el colmo de su maldad es que, después que le asesinaron, siguieron odiando al Justo y a los que a Él le deben el ser lo que son: piadosos, justos y humanos. Justino Mártir (160 d.C.)
Niegan a Cristo, Hijo de Dios; son semejantes a los gentiles, por más que en cierto modo parecen acercarse a la verdad, de la que realmente se alejaron. Esto baste sobre los judíos. Atenágoras (175 d.C.)
Los judíos ya no la ofrecen, porque sus manos están llenas de sangre; pues rechazaron al Verbo, por medio del cual se ofrece a Dios el sacrificio. Ireneo (180 d.C.)
Aquel pueblo, extraviado, no reconocía a su Señor, no fue circuncidado en su razón, no fue iluminado en sus tinieblas, no vio a Dios, renegó del Señor, dejó de ser Israel, persiguió a Dios, quiso humillar a Cristo, y quien lo crucificó como ladrón, lo coronó como rey. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
Sabrás entonces que (los judíos) por su maldad han merecido esta suerte (alusión a la destrucción de Jerusalén) y que nada les ha sucedido que no les fuera antes predicho que ocurriría si perseveraban en su obstinación. Así comprenderás que abandonaron a Dios antes de ser abandonados por Él… y fueron entregados por Dios por haber desertado de sus leyes. Marco Minucio Félix (200 d.C.)
¿Por qué el pueblo judío, infiel e ingrato con los favores de Dios, se apartó del Señor, sino por la impaciencia?... nunca desistió de mostrar su impaciencia, puesto que no aguantaba nunca las amonestaciones y el gobierno de Dios, llegando a matar a sus profetas y justos y hasta llevar a la cruz y al martirio al Señor. Cipriano (250 d.C.)
VER TAMBIÉN LEY MOSAICA