Libros, Tradados , y Lecturas demostrando las doctrinas y practicas de la Iglesia Primitiva

“EL PAPEL DE LA MUJER EN LA IGLESIA”

   

El cristianismo primitivo era una revolución que inundó el mundo de entonces como un fuego inunda un bosque seco. Era un movimiento que desafiaba las instituciones culturales de la sociedad romana. Como escribió Tertuliano: “Nuestra lucha está contra las instituciones de nuestros antepasados, contra la autoridad de las tradiciones, contra leyes humanas, contra los razonamientos de los sabios de este mundo, contra la antigüedad, y contra las costumbres que teníamos.” (200 d.C)        

Qué extraño es, entonces, que la iglesia actual sostiene que los cristianos de los primeros siglos solamente enseñaban y practicaban la cultura de su día. Esta ironía se hace más aguda cuando nos damos cuenta de que los romanos acusaban a los cristianos de precisamente lo contrario—de no seguir las normas culturales de entonces.        

Pero la relación de los primeros cristianos a su cultura no descansa con ser un asunto histórico. Es algo que debe interesarnos profundamente hoy en día, porque muchas de los problemas culturales a que hacemos frente hoy son los mismos problemas que enfrentaban a la iglesia primitiva. No obstante, nuestras respuestas a estos problemas, por lo general, han sido muy diferentes de las de ellos.    

El apóstol Pablo había escrito a los corintios: “Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. . . . porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación” (1 Corintios 14.34-35). Y escribió a Timoteo: “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio” (1 Timoteo 2.11-12).        

En ningún otro punto se ataca a las Escrituras hoy en día tanto como en su enseñanza acerca del papel de las mujeres en la iglesia. A menudo se dice que los apóstoles y los primeros cristianos sencillamente reforzaban las actitudes culturales de su época en cuanto al papel de las mujeres en la religión y en la sociedad. Pero las mujeres romanas no se conocían por su carácter sumiso. Un romano dijo: “Nosotros reinamos sobre el mundo, pero nuestras mujeres reinan sobre nosotros.” (Bart Winer, La vida en el mundo antiguo, 1961)       

  En las religiones romanas, las mujeres tenían los mismos papeles que los hombres. Sumas sacerdotisas gobernaban en muchos templos paganos. Félix, el licenciado cristiano, describió la religión de los romanos de la siguiente manera: “Hay ciertos lugares donde no puede entrar ningún hombre. En otros, no puede entrar ninguna mujer. Unos templos son gobernados por una mujer con un esposo. Otros templos son gobernados por una mujer con muchos esposos.” (215 d.c) De hecho, el personaje religioso más prominente de las tierras mediterráneas de la antigüedad era el que daba el oráculo de Delfos (hoy la ciudad de Castri). Y el oráculo siempre lo daba una mujer.        

Si el papel de la mujer fuera solamente una cuestión de cultura, y no la enseñanza apostólica, esperaríamos ver que las mujeres hicieran los mismos papeles tanto en la iglesia verdadera como en los grupos heréticos. Pero no fue así. En la mayoría de los grupos heréticos, se daba libertad a la mujer para oficiar y enseñar. Tertuliano comentó así sobre el papel de las mujeres en tales grupos: “Se atreven a enseñar, disputar, echar fuera demonios, realizar sanidades, y tal vez aun bautizar”. (200-230 d.C) En la secta herética montanista, después de la muerte de su fundador, Montano, los dos dirigentes más importantes ambos fueron mujeres: Maximilla y Priscila. De hecho, la mayoría de las profecías y las nuevas enseñanzas de esta secta surgieron de las mujeres.        

Así que, el excluir a las mujeres de los papeles de enseñar y oficiar en la congregación definitivamente no era cuestión de seguir a la cultura romana.        

La iglesia primitiva sencillamente obedecía la enseñanza apostólica acerca del papel de las mujeres en la iglesia, lo mismo como obedecían a las demás enseñanzas apostólicas. Y por supuesto, esto lo hacían contrario a la cultura romana. No la seguían.        

Las feministas y muchos teólogos de hoy proclaman que la posición de la iglesia sobre el papel de las mujeres originaba en el desprecio por las mujeres que tenían los apóstoles y los demás líderes de la iglesia primitiva. Pero los escritos de la iglesia primitiva no concuerdan con tal declaración. Por ejemplo, Félix escribió: “Que sepan todos que los humanos todos nacen de igual manera, con capacidad y habilidad para razonar y sentir, sin preferencia a ningún sexo, edad, o dignidad.” (200-215 d.C)

Una iglesia, una abnegación, una modestia; su comida es una, y el matrimonio un yugo parejo. (170-200 d.C)        

Pero volvamos a nosotros en la actualidad. ¿Por qué es tan apremiante hoy esta cuestión sobre el papel de las mujeres en la iglesia? ¿Será porque hemos hallado otros manuscritos de la Biblia que niegan la enseñanza de la Biblia que usamos? ¿O será porque nuestra cultura está diciendo que los papeles de las mujeres no deben distinguirse de los de los hombres? Otra vez, ¿quién no puede resistir la cultura de su día—los cristianos actuales o los cristianos primitivo.    

La realidad es que la iglesia del siglo veintiuno se ha casado con el mundo. Las actitudes, el estilo de vivir, y los problemas del mundo son las actitudes, el estilo de vivir, y los problemas de la iglesia La única diferencia entre los creyentes y los incrédulos es la fe sencilla en un Dios Creador, quien “nos ama y nos ayuda cada día”       

 En los primeros siglos, los cristianos eran muy diferentes del mundo en que vivían. Su estilo de vida servía como su testimonio principal. Si queremos agradar a Dios, no podemos seguir las normas culturales del mundo. Jesús dijo: El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama… (Juan 15:21)        

Clemente escribió: “Precisa que . . . entendamos que la virtud del hombre y de la mujer es la misma. Porque si el Dios de ambos es uno, el maestro de ambos también es uno.

La iglesia primitiva sencillamente obedecía la enseñanza apostólica acerca del papel de las mujeres en la iglesia, lo mismo como obedecían a las demás enseñanzas apostólicas. Y por supuesto, esto lo hacían contrario a la cultura romana. No la seguían.      

   Las feministas y muchos teólogos de hoy proclaman que la posición de la iglesia sobre el papel de las mujeres originaba en el desprecio por las mujeres que tenían los apóstoles y los demás líderes de la iglesia primitiva. Pero los escritos de la iglesia primitiva no concuerdan con tal declaración.

Pero volvamos a nosotros en la actualidad. ¿Por qué es tan apremiante hoy esta cuestión sobre el papel de las mujeres en la iglesia? ¿Será porque hemos hallado otros manuscritos de la Biblia que niegan la enseñanza de la Biblia que usamos? ¿O será porque nuestra cultura está diciendo que los papeles de las mujeres no deben distinguirse de los de los hombres? Otra vez, ¿quién no puede resistir la cultura de su día—nosotros o los primeros cristianos?

Por esta razón muchos engañadores hoy en día afirmen que estos mandamientos que hemos leído aquí acerca del papel de las mujeres eran nada más que buenas sugerencias que reflejaban la cultura en el tiempo de las iglesias primitivas. Los que inventan tales explicaciones no tienen ninguna base bíblica por lo que afirman. Lo que es peor es que pasan por alto lo que dijo el apóstol Pablo luego después de haber dado estos mandamientos en I Corintios 14:37…

¨ Si alguien se cree profeta, o cree estar inspirado por el Espíritu, reconocerá que esto que les estoy escribiendo es un mandato del Señor. Versión Dios habla hoy

Así que ver claramente que los que no reconocen estos mandamientos como mandamientos de Dios así para sujetar se a ellos no son inspirados por el Espíritu y ni son profetas en verdad. Por esto tenemos la convicción que los que quieren seguir a Cristo deben arrepentirse de haber pasado por alto estas cosas así para vivir según estas enseñanzas.

Los hombres y mujeres valientes que están dispuestos a obedecer a Jesús en estas áreas aun que van en contra el corriente moderno se encuentro la necesidad apartarse de tales iglesias que no practican la verdad y buscar reunirse con los pocos que todavía tienen un amor para la verdad…

Por eso también dice el Señor: ¨ Salgan de en medio de ellos y apártense; no toquen nada impuro. Entonces yo los recibiré y seré padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas dice el Señor todo poderoso.¨ II Corintios 6:17,18.. Versión Dios habla hoy