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Por qué el lenguaje humano es oscuro

La razón por qué los protestantes y evangélicos que creen en la Biblia están tan divididos hoy, no es porque la Reforma se haya desviado del camino. No, es porque la Reforma nunca estuvo en el camino correcto desde el comienzo. De hecho, un observador astuto en los días de Martín Lutero pudo haber predicho fácilmente el resultado de la Reforma: la fragmentación del cuerpo de Cristo.

Digo esto porque prácticamente todos los reformadores fracasaron al negar que muchos pasajes bíblicos puedan ser interpretados de varias maneras. Más bien, ellos mantuvieron con firmeza que la Escritura es bastante clara y libre de ambigüedades. Y aquellos que no interpretaron de manera similar al reformador, sencillamente eran “enemigos de Dios que rehusaban aceptar lo que enseña la Escritura con claridad.”

Por ejemplo, Martín Lutero declaró enérgicamente que las Escrituras son totalmente claras. Él denunció a aquellos que decían lo contrario con ataques inimaginables:

Por tanto, acérquense, tú y todos los sofistas juntos, y muestren un misterio que aún sea oscuro en las Escrituras. Pero si muchas cosas aún permanecen oscuras para muchos, esto no es resultado de la oscuridad de las Escrituras, sino de su propia ceguera o falta de entendimiento… Por tanto, hombres miserables, cesen de imputar con perversidad blasfema la oscuridad de su propio corazón a la claridad de todas las Escrituras de Dios…

Si te refieres a la claridad externa, nada es dejado oscuro o ambiguo; pero todas las cosas que están en las Escrituras son traídas con la luz más clara por la Palabra y proclamadas a todo el mundo… En una palabra, si las Escrituras fueran oscuras o ambiguas, ¿qué necesidad hubo de ser enviadas desde el cielo?...

Pero temo que ya soy gravoso, incluso para los insensibles, viviendo largo tiempo y gastando mucha fuerza en un asunto totalmente claro; pero era necesario que el dicho insolente y blasfemo de que “las Escrituras son oscuras,” sea de esta manera silenciado… Por tanto, los que niegan la simplicidad y claridad de todas las Escrituras, no nos dejan nada sino las tinieblas.10

De algún modo los reformadores nunca aceptaron lo que era obvio. Si las Escrituras son “totalmente claras y sencillas,” ¿por qué entonces los mismos reformadores no pudieron llegar a un acuerdo en cuanto a las doctrinas de la Escritura? ¿Por qué la Reforma con su eslogan “sola Scriptura,” produjo tantas divisiones y sectas contradictorias?

Es triste decir que las iglesias protestantes nunca se han curado de la obstinación de Martín Lutero. Los cristianos de hoy todavía afirman con ímpetu que las Escrituras son totalmente claras y pueden ser interpretadas razonablemente de una sola forma. Sin embargo, aquellos mismos cristianos no pueden estar de acuerdo sobre qué cosas la Escritura “enseña con claridad.”

Es esta la razón por qué yo dije al comienzo que éste es un libro sobre la honestidad. Si no podemos ser honestos en cuanto a las ambigüedades presentes en la Biblia, jamás podremos encontrar el significado verdadero de ella. Y nunca llegaremos a ser un solo cuerpo otra vez.

Éste no es un ataque a la Escritura

Permíteme aclarar que yo creo firmemente en la inspiración e infalibilidad de la Escritura. Yo creo que ella es la única fuente escrita inspirada de autoridad para los cristianos. Reconocer la ambigüedad del lenguaje humano no es un ataque a la autoridad o inspiración de la Escritura. Es simplemente ser honestos. El problema no es que exista un tipo de deficiencia en la Escritura, sino que nuestras lenguas no son medios perfectos de comunicación.

Como abogado he experimentado personalmente lo dificultoso de redactar un contrato que no pueda ser entendido de diversas maneras. Incluso cuando escribo un contrato con extremo cuidado, todavía contiene declaraciones ambiguas. Y cuando los abogados deseamos redactar un contrato que cubra todas las contingencias y se vea libre de toda ambigüedad, a menudo terminamos con algo tan voluminoso como una guía telefónica. Y los únicos que podrían entenderlo, ¡serían los abogados! (Fue por una buena razón que Dios no usó a los abogados para escribir la Biblia).

Por supuesto, los medios de comunicación del Espíritu Santo son infinitos. Pero Dios escogió comunicar sus verdades a través de nuestras lenguas humanas finitas, así como ha escogido a los humanos imperfectos para que fueran sus consiervos. Después que Pablo fuera arrebatado al paraíso, él dijo que había oído cosas “inefables” en lenguaje humano (2 Corintios 12:4). Quizá muchas de las otras verdades de Dios sean también inexpresables en nuestros lenguajes.

Por qué las lenguas humanas son inexactas

Pocos meses atrás, mi esposa Débora y yo salimos al restaurante con otra pareja, David y Rhonda. Rhonda y yo ordenamos pollo dorado como plato principal. Ella ordenó pollo a la piña con papas fritas Yo ordené pollo santa fe con arroz. Cuando el mozo trajo los alimentos a nuestra mesa, Rhonda y yo miramos consternados la bandeja de alimentos. Mi pollo santa fe vino junto con las papas fritas de Rhonda, y el pollo a la piña que ella había pedido estaba adornado con mi arroz.

Cuando el mozo que nos atendió primero, se dio cuenta que tenía lugar un pequeño problema, rápidamente vino a nuestra mesa para indagar qué estaba mal. Cuando le dijimos acerca de la confusión, se disculpó y cortésmente nos preguntó: “¿Desean que yo me encargue (handle)11 de esto por ustedes?” Rhonda y yo respondimos que sí.

Entonces, mientras mirábamos sentados, para nuestro asombro, el mozo tomó con sus manos el pollo a la piña y lo puso en el plato de Rhonda con sus papas fritas. Luego, tomó con sus manos el pollo santa fe y lo puso al lado de mi palto de arroz. ¡Éste no era un sucio restaurante para mecánicos! Cuando el mozo se fue sin más preocupaciones, Rhonda musitó entre sus dientes: “Me pregunto dónde han estado sus manos hoy.”

¿Por qué las acciones del mozo nos dejaron atónitos? Fue porque Rhonda y yo habíamos asumido que cuando el mozo preguntó: ¿Desean que yo me encargue de (handle) esto por ustedes?, él quiso decir, “¿Desean que yo me encarge de (handle) esto por ustedes?” (Esta es la cuarta definición para “handle” en mi Diccionario Webster). Sin embargo, el mozo quiso decir: “¿Desean que yo lo toque con mis manos (handle)?” (Esta es la primera definición para “handle” en el Diccionario Webster).

Como abogado sé muy bien como este tipo de malentendidos sucede a diario. Prácticamente todas las palabras en el idioma inglés tienen más de un significado. Hojea un diccionario universitario, y sabrás lo que quiero decir. De hecho, un gran porcentaje de nuestras palabras tienen tres o más posibles significados. Por ejemplo, el diccionario que yo utilizo contiene cuarenta y cuatro significados diferentes para “hand (mano).” Cuando las palabras aparecen juntas en una oración, queda eliminada la mayor parte de los posibles significados. Pero aún así nos deja con más de una posibilidad.

Este caso no es único en el idioma inglés. Otras lenguas son similares. Por consiguiente, no es culpa de la Escritura que muchos de sus pasajes puedan ser entendidos de varias formas. Simplemente es un reflejo de la imperfección de nuestras lenguas humanas.

Otras razones por qué la Escritura es oscura

La ambigüedad de las lenguas humanas sería suficiente para crear ambigüedad en la Escritura. Sin embargo, el problema es todavía más complicado por el hecho de que nuestra Biblia es una colección de obras escritas durante un espacio aproximado de 1500 años, por cerca de cuarenta hombres distintos. Sólo el Nuevo Testamento fue al menos escrito por ocho escritores diferentes en un período cercano a cincuenta años. La mayor parte de los libros del Nuevo Testamento son a menudo cartas escritas a una persona o a una congregación específica.

No debería sorprendernos entonces que el lenguaje literal de una escritura contradiga al lenguaje literal de otra escritura. Quizá la comparación que sirve de ejemplo es Efesios 2:8,9 con Santiago 2:24. Pablo escribió a los efesios: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe.” Pero Santiago escribió: “Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por los obras, y no solamente por la fe.”

Yo estoy seguro que el mismo Espíritu inspiró a ambos versículos para ser escritos. Y, por tanto, creo que ambos pueden ser armonizados. Pero el problema aquí no es cómo pueden ser armonizados. El punto es que necesitan ser armonizados. Pues el lenguaje literal de ambos versículos es contradictorio, o al menos parece ser contradictorio.

La presencia de tales pasajes contradictorios en la Escritura no debería sorprendernos. Al hablar o escribir ordinariamente, todos decimos cosas contradictorias. A veces, a diferencia de la Escritura, esto simplemente se debe a nuestra imperfección y falta de memoria. Pero muchas veces las contradicciones surgen porque dirigimos palabras en asuntos y momentos diferentes. Una declaración hecha en una ocasión no se aplica necesariamente a otra ocasión o asunto. Permíteme darte un ejemplo.

Una de las primeras secretarias que yo tuve fue una mujer madura que le encantaba cuestionar todo lo que yo escribía. A veces volvía a mí con una carta que yo la había dictado y decía algo como: “¿Estás seguro que esto es lo que quieres decir? ¿No sonaría mejor si dijeras de esta manera…?” A veces sus comentarios eran de gran ayuda, pero otras veces sencillamente no estaba familiarizada con el lenguaje que nosotros los abogados utilizamos al escribirnos el uno al otro. En varias oportunidades, ella cambiaba cosas que yo había escrito sin consultarme. Por tanto, cierto día, un poco enojado, le dije: “Cuando te dicte una carta, por favor, ¡escríbelo en la máquina tal como la dicte! ¡No cambies ni una palabra!”

Años después, trabajaba con una secretaria más joven. Su defecto era exactamente lo opuesto: escribía todo al pie de la letra. Aún si había un problema en la máquina de escribir, y algunas palabras eran omitidas de una oración, ella seguía escribiendo, ignorando el hecho de que lo que estaba escribiendo no tenía sentido. Si yo estuviera dirigiendo una carta al Sr. Smith, pero en mi distracción comenzara la carta diciendo, “Querido Sr. Jones,” ella la escribiría exactamente como escuchaba. Por tanto, en una ocasión le dije: “Cuando te dicte algo, fíjate en lo que estás tipiando. Si no tiene sentido, ven y pregúntame. No lo tipees al pie de la letra.”

Aquí, yo di dos instrucciones opuestas a las dos secretarias. ¿Fue así porque yo no sabía lo que quise decir? No, yo lo sabía muy bien. Ninguna de las dos instrucciones tenía el propósito de ser una orden absoluta por sí misma. Yo estaba afrontando diferentes situaciones en diferentes contextos. Por consiguiente, yo dije diferentes cosas que se adecuaran a las dos ocasiones.

Nosotros hallamos situaciones similares en la Biblia. Por ejemplo, Jesús dijo a los fariseos: “El que no es conmigo, contra mí es” (Lucas 11:23). Sin embargo, en otra ocasión, dijo a sus discípulos: “El que no está contra nosotros, por nosotros es” (Marcos 9:40). ¿A caso Jesús no supo lo que quiso decir? ¡Por supuesto que él sabía! Él simplemente se estaba dirigiendo a dos grupos diferentes de personas acerca de asuntos diferentes. Ninguna de las dos declaraciones tenía el propósito de ser una verdad absoluta en todas las situaciones.

Lo que no es la Escritura

Sin embargo, aún hay otra razón de por qué los cristianos bíblicos son incapaces de llegar a un acuerdo en cuanto al significado de la Escritura. Es porque muchas de las doctrinas que defendemos nunca son tratados directa o completamente en la Escritura en primer lugar. El Nuevo Testamento no contiene una buena lista resumida de las doctrinas cristianas. Ni siquiera contiene una declaración básica de la fe. Ninguno de los libros del Nuevo Testamento fue diseñado para ser un tratado teológico sobre un tema específico.

Por tanto, la mayoría de las doctrinas que seleccionamos de la Biblia son de declaraciones que fueron escritas mientras el escritor estaba tratando sobre algún otro tema. Un ejemplo clásico es Colosenses 2:11,12: “En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.”

Muchos cristianos han utilizado este pasaje para defender una forma particular de bautismo. Y no es necesariamente un mal uso de este pasaje. Sin embargo, el tema de Pablo no era el modo del bautismo. Simplemente hizo una breve referencia al bautismo, mientras hablaba sobre nuestra relación con Cristo.

Una vez que reconozcamos que muchos pasajes de la Escritura son ambiguos, seremos capaces de comenzar a buscar una respuesta para resolver aquellas ambigüedades. Sin embargo, aún no te daré mi respuesta final. En lugar de eso, quiero examinar algunos de los métodos que los cristianos usan para resolver estas ambigüedades. Desafortunadamente, ninguno de ellos funciona.

Notas:
10. Martín Lutero, The Bondage of The Will, traducción al inglés por Henry Cole Grand Rapids: Baker Book House, 1976, p. 27, 29, 108, 109.
11. El verbo en inglés handle utilizado aquí tiene varios significados que se esclarecen según el contexto. Entre éstos pueden incluirse los verbos encargarse de o tocar con las manos.

Leer el proximo Capítulo --6. Sistemas de interpretación que no funcionan

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